El caos aéreo provocado por la cancelación y los atrasos de cientos de vuelos prosiguió hoy en Brasil, una semana después de que el accidente de un avión de la aerolínea TAM en el aeropuerto de Congonhas causara la muerte de al menos 199 personas.

Según la estatal Infraero, que administra los aeropuertos brasileños, de los 600 vuelos programados en el país entre las 0.00 y las 10.00 hora local (3.00 y 13.00 GMT), 91 (el 15,1 por ciento) fueron cancelados, mientras 171 (el 28,5 por ciento) registraban atrasos de más de una hora.

El accidente del martes pasado cuando un avión Airbus A320 de la TAM intentaba aterrizar en Congonhas, el aeropuerto de mayor movimiento en el país, obligó a las autoridades a cerrar la pista principal de esa terminal mientras investiga si ofrece condiciones de seguridad.

La situación se agravó el sábado cuando un corto circuito dejó fuera del aire por varias horas al sistema de control aéreo en todo el norte de Brasil y aún más el lunes debido a que las lluvias obligaron a las autoridades a cerrar intermitentemente la pista auxiliar de Congonhas.

Las lluvias en Sao Paulo han provocado este martes nuevos cierres intermitentes de la pista auxiliar de Congonhas, a lo que se suma la decisión de algunas aerolíneas y de algunos pilotos de no aterrizar en la misma en días lluviosos.

En lo que la prensa brasileña califica hoy como un boicot, los pilotos alegan que evitarán el uso de la pista auxiliar de Congonhas en días lluviosos hasta que las autoridades no demuestren que la misma es segura para aterrizajes y despegues.

La Infraero aún no sabe cuándo volverá a autorizar el uso de la pista principal de dicha terminal, cuya reapertura estaba prevista para hoy, debido a que las investigaciones del accidente no han concluido y a las denuncias de que no ofrece seguridad.

La seguridad de la pista principal ha sido cuestionada desde el día del accidente, debido a que las autoridades aprobaron su uso dos semanas antes de la mayor tragedia aérea en Brasil sin que hubiesen sido concluidas las obras a que fue sometida este año.

La pista aún carece de las ranuras necesarias para drenar el agua acumulada en días lluviosos y que aumentan la adherencia de los neumáticos de los aviones al piso.

El accidente del avión de TAM ocurrió cuando el aparato intentó aterrizar en la pista principal en un día lluvioso y, tras derrapar, atravesó una importante avenida de Sao Paulo para después estrellarse contra una bodega de la misma aerolínea.

La tragedia provocó la muerte de los 187 pasajeros del avión y de al menos 12 personas que estaban en la bodega o en sus alrededores.

Según Infraero, como consecuencia de los cierres intermitentes, el aeropuerto de Congonhas fue obligado a cancelar 33 de los 64 vuelos previstos hasta las 10.00 hora local (el 51,5 por ciento del total) de este martes.

La aerolínea TAM ya había anunciado el lunes, "ante la previsión de lluvias el martes", su decisión de cancelar 68 vuelos que tenía previstos para hoy con partidas desde Congonhas y de transferir a Cumbica, el aeropuerto internacional de Sao Paulo, otros 22 vuelos.

Ante el nuevo caos aeroportuario, recurrentes en Brasil desde septiembre del año pasado, las terminales volvieron a registrar escenas de largas filas, pasajeros durmiendo en los corredores y protestas, algunas incluso violentas, de viajeros frustrados.

El lunes, como consecuencia de los diferentes problemas, fue cancelado el 20 por ciento de los 1.637 vuelos previstos, mientras el 38 registró atrasos de más de una hora, algunos de hasta diez horas.

Fuente: EFE