La reciente divorciada Britney Spears quiso ahogar sus penas y despejarse un poco. Lo primero que se le ocurrió fue acudir a la casa de su nueva mejor amiga, Paris Hilton, para hacer una fiesta. Pero lo que comenzó como un desahogo terminó en un mal trago.

Es que la abundancia de alcohol y de música en alto volumen fueron suficientes para que los vecinos de Paris llamaran a la policía para calmar el escándalo y casi la cantante pop termina dentro de un calabozo.

La cantante Britney Spears viene de mal en peor. Hace poco inició un proceso de divorcio en contra de su marido Kevin Federline a inicios de este mes, y ahora está en busca de nuevos aires, para vivir al lado de sus hijos Sean Preston y Jayden James

La antigua mansión de Britney Spears en Malibú, California, ha sido puesta a la venta en 13.5 millones de dólares, y la cantante ya encargó la búsqueda de un inmueble en Miami de un valor cercano a los 30 millones de dólares.

Por su parte, Paris Hilton sigue acudiendo a todas las fiestas, hace días dejó sorprendidos a los asistentes de un club de Las Vegas, al subir al escenario del lugar para cantar una de sus músicas y acabar vomitando.