El calor agobiante de la semana pasada había obligado a Néstor Ojeda a frenar el trabajo y buscar algo de sosiego en el agua. Albañil de profesión, con otros dos compañeros decidieron hacer un parate y tirarse al arroyo Saladillo. Pero Néstor nunca volvió a tierra. Aún sin esperanza de hallarlo con vida, su familia no quiere que la búsqueda cese. Quieren encontrarlo y darle sepultura.

Mónica contó en el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra por Radio 2, de los difíciles días que vive su familia desde que desapareció su sobrino en las aguas del Saladillo. El hombre, padre de tres chicos, de 20, 18 y 14 años, hubiera cumplido el miércoles pasado 40 años. Desde el viernes 7 de febrero que no se sabe nada de él y en Prefectura creen ya casi imposible encontrarlo vivo.

Ese viernes se metió al arroyo para refrescarse pero la fuerza de las aguas lo succionó para abajo. Sus compañeros que estaban con él no pudieron hacer nada para ayudarlo, la corriente era demasiado fuerte. Dos veces logró salir a flote pero en cada ocasión volvía a sumergirse.

Inmediatamente se presentó la denuncia en la subcomisaría 20ª y los bomberos comenzaron a buscarlo. Poco después se hizo cargo Prefectura, pero pasadas las 72 horas, las chances de hallarlo disminuían.

Con todo, su familia no quiere que se detenga el rastrillaje. Necesitan regresarlo a su casa.