El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, estima que debe hacerse un "último gran esfuerzo" para ganar la guerra en Irak, y para ello considera enviar otros 20 mil soldados a ese país en 2007, según informó el diario británico The Guardian.

Esta alternativa, que Bush comentó a sus consejeros más cercanos, estaría en línea con las políticas que lleva a cabo el Grupo de Estudio por Irak (ISG), dirigido por el ex secretario de Estado norteamericano James Baker, según escribió hoy el periódico.

De acuerdo con la información proporcionada por el diario, que citó a fuentes cercanas al presidente estadounidense, si bien el trabajo del grupo -desarrollado por funcionarios del Pentágono- aún no finalizó se espera que sus recomendaciones presionen por un plan de cuatro puntos para la "victoria estratégica".

La estrategia, junto a otras propuestas sobre el tema, comenzó a circular como borrador y fue discutido en sesiones privadas por Baker y el vicepresidente norteamericano Dick Cheney.

El primer punto del plan plantea incrementar el número total de tropas estadounidenses en Irak, posiblemente con 20 mil nuevos soldados, en un evidente desafío al pedido del demócrata John Mackin, quien exige una reducción militar en el país árabe.

Según la fuente citada por el periódico, el refuerzo serviría para asegurar Bagdad, escenario de permanentes ataques de violencia sectaria, y permitiría además el despliegue de soldados estadounidenses a otras partes de Irak.

El segundo punto del plan se centra en la necesidad de una intensa cooperación regional para la exitosa "rehabilitación" iraquí, que podría incluir la creación de una cumbre de países vecinos a Irak, para involucrarse más de cerca en asuntos diplomáticos, financieros y económicos.

Entre los países citados estarían Arabia Saudita y Kuwait, dos de los máximos aliados de Estados Unidos en la región.

El punto tres del programa que maneja la Casa Blanca hace hincapié en la necesidad de reavivar el proceso de reconciliación nacional entre los grupos chiítas, sunitas y kurdos.

"Las ideas iniciales post invasión de Irak, en relación a crear una democracia al estilo occidental, serán dejadas de lado para molestia de algunos neoconservadores estadounidenses", destacó el diario de Londres.

El punto final del programa incluirá un llamado para incrementar recursos económicos del Congreso estadounidense para el apoyo adicional del envío de tropas y la financiación para entrenamiento y equipos en la expansión de las fuerzas iraquíes y la policía local.

La estrategia del "último esfuerzo" intenta asimismo darle a Bush y a los republicanos tiempo y espacio político para recuperarse de la reciente derrota electoral y prepararse para la campaña presidencial de 2008", concluyó la fuente oficial citada por el Guardian.