El Grupo de los Ocho (G-8), que reúne a los países más poderosos del planeta (G-7) más Rusia, protagonizará una nueva cumbre entre el sábado y el domingo, reuniendo en la ciudad rusa de San Petersburgo a sus jefes de Estado y Gobierno, en el marco de impresionantes medidas de seguridad. A la reunión, asisten como invitados los presidentes de Brasil y México.

Se tratará también del mayor desafío en la política exterior de presidente ruso, Vladimir Putin, en toda su gestión y así lo hizo entender desde que comenzaron los preparativos.

La agudización de la crisis en Medio Oriente, la problemática de los misiles de Corea del Norte, los conflictos en Irán e Irak, así como la reciente disputa en torno al suministro de energía serán los temas principales de la cumbre.

Antes de que se inicie la gran cita anual de los jefes de Estado y Gobierno de los países más industrializados, que este año se celebra por primera vez en Rusia, los presidentes de Estados Unidos George Bush y Putin, realizaron un encuentro centrado en Oriente Medio, no proliferación, energía nuclear y comercio.

Los dos presidentes acordaron una iniciativa para combatir el terrorismo nuclear y propusieron que todos los países puedan acceder al uso pacífico de la energía atómica, como forma de favorecer la seguridad del suministro energético.