El represor y ex gobernador de Tucumán Antonio Bussi comenzó su declaración ante el tribunal que lo juzga junto a Luciano Benjamín Menéndez por la comisión de delitos de lesa humanidad a partir del secuestro, tortura y desaparición del ex senador provincial Guillermo Vargas Aignasse (PJ), en 1976.
Durante la introducción –y antes de pasar a un nuevo cuarto intermedio– Bussi, en medio del llanto, dijo haber llegado a la audiencia en un estado de salud delicado.
"Acepto y rechazo categóricamente" el informe de los dos profesionales médicos "que hacen que yo tenga que estar en esta sala", dijo Bussi, antes de leer su declaración. Sin embargo pidió que se tenga en cuenta que es "consciente de la precariedad de mi salud física y de las consecuencias que este mismo acto podría acarrearme", dijo.
En tanto, en la lectura de su descargo, acusó a los jueces de haber incurrido en una "aberración jurídica". "Hacen una omisión sistemática y deliberada, arbitraria e intencional del marco histórico de la guerra", sostuvo. Por otra parte, justificó "la figura del desaparecido" como "arbitrio psicológico creado por los guerrilleros para encubrir sus muertes en combate". Y agregó que "la mayoría de los desaparecidos fueron militantes políticos".
Además, señaló que su accionar estuvo orientado a "aniquilar la agresión marxista leninista en todo el territorio nacional con epicentro en Tucumán", y habló de una lucha contra "bandas equipadas e instruidas militarmente con apoyo extranjero. No eran jóvenes idealistas, eran mercenarios, eran traidores a la Patria, delincuentes terroristas subversivos".


