Sabrina Ferrarese

Cada casa es un mundo. ¿Por qué no hacer de cada pequeño universo un espacio de preservación que trascienda esos límites? La propuesta viene de la mano del Programa Red de Hogares Verdes, lanzado por la Secretaría de Servicios Públicos y Medio Ambiente de la Municipalidad, que invita a hacer un aporte al medio ambiente a través de distintas acciones que van desde la separación de residuos en origen y el ahorro en el consumo de energía eléctrica a otras de mayor compromiso como el ahorro en el consumo de agua, compostaje domiciliario de residuos orgánicos y uso de movilidad sustentable. ¿Cómo se vive el día a día en estas nuevas casas verdes?

Para fin de año, la ciudad contará con mil hogares verdes, según estimó el subsecretario de Medio Ambiente municipal, Ricardo Bertolino. En diálogo con Rosario3.com, explicó de qué se trata la iniciativa, ya puesta en marcha en otros países del mundo: “A través de talleres barriales se capacita a la población en prácticas de cuidado medioambiental donde participan instituciones. Trabajamos en el uso racional de los recursos, en evitar el exceso de consumo y crear espacios para compartir otra forma de ser comunidad”, señaló.

La experiencia piloto involucró a 100 hogares del barrio Echesortu. Los vecinos asistieron a lo largo de 6 semanas a la Biblioteca Estrada donde organizaciones sociales y técnicos de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), Aguas Santafesinas y de la Secretaría de Servicios Públicos brindaron una capacitación en torno a 5 ejes temáticos: separación de residuos en origen, ahorro en el consumo de energía eléctrica, ahorro en el consumo de agua, compostaje domiciliario de residuos orgánicos y uso de movilidad sustentable.

“Buscamos generar parámetros de medición de estos ejes, con el fin de que cada Hogar Verde vaya reduciendo o mejorando ese parámetro a medida que incorpora hábitos que generen impactos positivos para el ambiente”, continuó Bertolino. Según adelantó, este miércoles se suman 50 hogares más que asistirán a los cursos a realizarse en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia. Y, a partir de junio, comenzarán nuevos talleres en diversos barrios de la ciudad: “La idea es incorporar unos 200 hogares por mes y llegar a fin de año con mil hogares verdes”, advirtió.

“La experiencia ha sido excelente. Los ciudadanos se dan cuenta que estas prácticas no sólo preservan los recursos naturales sino que suponen un ahorro económico. Estamos reaprendiendo a usar nuestros recursos”, remarcó.

Un apagón de las malas costumbres

Noemí es directora de la escuela Nº90 Franklin Roosvelt. Allí se enteró del Programa Red de Hogares Verdes y además de implementarlo en la institución, lo puso en práctica en su propia casa, donde vive con sus 4 hijos y su mamá. “Nosotros ya tenemos conductas de cuidado del medio ambiente, ya separamos la basura pero a partir de la capacitación sumamos nuevas conductas que nos cuestan mucho”, advirtió.

“De grande es difícil incorporar estas cuestiones. Todo lo contrario pasa con los chicos. Mi nieto, por ejemplo, me pregunta dónde tiene que tirar el papel porque ya aprendió que en casa lo separamos”, indicó y agregó: “También les llegó a las novias de mis hijos. Los fines de semana cuando estamos juntos, les cuento lo que aprendí y hablamos de la importancia de poner el granito de arena, de empezar a tener otra mirada”.

Noemí contó que hace tiempo ya habían cambiado las lámparas de la luz por las de bajo consumo. A partir de la experiencia municipal, “a la noche dejamos la luz prendida para que todos vayamos al baño, cuando todos fueron, se apaga porque hay más consumo si la luz se apaga y se prende constantemente”, especificó. También se deshicieron de las estufas de cuarzo: “Gastan lo mismo que tener encendidas 36 bombitas a la vez”, sorprendió.

Para ahorrar agua se cepillan los dientes usando un vaso de agua: “La idea es no dejar correr el agua de la canilla”, dijo y contó que también separan la basura: “En la escuela hay un centro de separación así que llevo nuestros residuos allá para que puedan ser aprovechados”, agregó Noemí que confesó que la “apabullan” los basurales que existen en la ciudad.

Eduardo tiene 26 años y vive con sus padres. Siempre le interesó la ecología pero es la primera vez que toma cierto compromiso: “Es una experiencia muy positiva, un curso interesante, una propuesta seria de cambio”, reflexionó sobre su paso por el programa. “Nos enseñaron cuestiones mínimas que se pueden cambiar para lograr una nueva manera de vida”, apuntó y puso un ejemplo concreto: “Parece una pavada pero lavar los platos todos juntos y después enjuagarlos todos juntos permite ahorrar agua al evitar que la canilla permanezca abierta”.

Del curso, se volvió con una “compostera”. Al igual que Noemí, se les otorgaron estos dispositivos a todos los participantes. La idea es convertir los residuos naturales en compost para las propias macetas o el jardín.

Los interesados en adherir a esta Red de Hogares Verdes pueden llamar por teléfono al 4804985. Por mail: hogaresverdes@rosario.gob.ar