Como consecuencia de la inseguridad que se vive en la Argentina, muchas personas y empresas decidieron blindar sus automóviles, una modalidad que creció más de doce veces en los últimos cinco años.

Esta medida de seguridad la implementan esencialmente gerentes, altos ejecutivos y banqueros, aunque también ciudadanos comunes adoptan esta modalidad, abrumados por los hechos delictivos en Capital y el conurbano bonaerense.

Según una estadística del Registro Nacional de Armas (Renar), actualmente existen 2.540 vehículos privados y de empresas a prueba de balas, cuando en 2002 eran poco más de 200.

En ese sentido, según un informe publicado por el Diario Popular, las empresas que realizan blindajes incrementaron el 50 por ciento su producción.

La particularidad de la consulta está en que aquellos empresarios que ya tenían blindado su automóvil, reforzaron un segundo vehículo.

Según tres empresas del sector, en lo que va de 2007 blindaron más de 150 vehículos, cifra que generalmente cumplían en todo un año de trabajo.

En tanto, el Renar afirmó que no todas las empresas están homologadas para desarrollar la actividad, aunque cada vez son más las que ofrecen reforzar los vehículos o brindar algún tipo de seguridad adicional.

Blindar un automóvil cuesta entre 17 mil y 35 mil dólares, según el tipo de vehículo, lo que asegura protección contra disparos de armas de puño hasta un calibre 44 o una Magnum 357.

"Los robos forman parte de un proceso acumulativo, ya que todos los años se suma gente al círculo de inseguridad, y que antes no estaba", señaló Guillermo Dietrich, dueño de la automotriz del mismo apellido.