"Las personas deben darse cuenta de que la exposición a la luz ultravioleta, ya sea del sol o de camas de bronceado, es peligrosa, sobre todo cuando se es joven, y que deben limitar la exposición", enfatizó el doctor Marcus Plescia, director de la división de prevención y control del cáncer de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos

"Nos preocupa que el bronceado se esté haciendo más prevalente y que se convierta en una verdadera epidemia, si no tenemos cuidado. El problema es que no se ve surgir el cáncer hasta 10 a 15 años más tarde", dijo.

Los CDC señalaron que se necesitan esfuerzos de salud pública para aumentar el uso de la sombra y de los filtros solares en las áreas de recreación para proteger a esta generación de un melanoma generalizado.

Los hallazgos aparecen en dos informes publicados en la revista de los CDC, “Morbidity and Mortality Weekly Report”. En un estudio, investigadores hallaron que 50 por ciento de las personas de 18 a 29 años habían sufrido al menos una quemadura solar en el año anterior, a pesar de un mayor uso de filtro solar y otras medidas protectoras, como sentarse a la sombra y usar ropa protectora. Entre los blancos, 66 por ciento se habían quemado con el sol.

En el otro informe, los investigadores hallaron que el bronceado bajo techo era común entre los adultos jóvenes, y la mayor tasa se vio entre mujeres blancas de 18 a 25 años. Muchos reportaron broncearse casi 28 veces en promedio en el año anterior, según el informe.

Alrededor del 6 por ciento de los adultos de EE. UU. reportaron broncearse bajo techo al menos una vez en el año anterior. Entre los usuarios blancos del bronceado bajo techo, 58 por ciento de las mujeres y 40 por ciento de los hombres habían usado camas de bronceado diez o más veces en el año anterior, hallaron los investigadores.

"Las personas deben comprender que usar camas de bronceado conlleva un riesgo", comentó Plescia.

El bronceado bajo techo antes de los 35 años aumenta el riesgo de melanoma en 75 por ciento, anotó el informe. El hecho de que las tasas de melanoma sean más elevadas entre las mujeres blancas jóvenes que entre los hombres blancos jóvenes podría explicarse por su uso más frecuente del bronceado bajo techo, sugirieron los autores.

La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos está sopesando requerir etiquetas en las camas de bronceado que informen a los usuarios sobre el riesgo de cáncer de piel, señaló. Pero no cree que prohibir el bronceado bajo techo sea realista.

El doctor Daniel Siegel, presidente de la Academia Americana de Dermatología comentó que las cifras no fueron inesperadas. "No me sorprende ver que muchas personas se bronceen. Es como fumar y otros hábitos arriesgados. Son jóvenes, y creen que son inmortales", apuntó.

"Es otro hábito malo que las personas deben cambiar", explicó Siegel. "Hay que protegerse de la luz ultravioleta carcinógena que se recibe del sol y de las camas de bronceado".

Fuente: Health Day