Según informa hoy la agencia china de noticias Xinhua, Chen Yurong caminó diez kilómetros diarios cerca de su casa, en el distrito Jiang'an de la provincia central de Hubei, después de saber que su hijo, Ye Haibin, necesitaba un trasplante de hígado.

El de Chen había acumulado demasiada grasa para ser óptimo para la operación, según le dijeron en febrero los médicos, por lo que la mujer inició también una dieta a base de arroz y vegetales. Gracias a esos esfuerzos, Chen perdió 8 kilos.

El 19 de octubre los médicos le dijeron que su víscera había alcanzado las condiciones requeridas para el trasplante, que fue practicado en una operación de 14 horas en el Hospital Tongji de la Universidad de Ciencia y Tecnología Huazhong, en Wuhan, la capital provincial.

El hijo de Chen sufre la enfermedad de Wilson, un trastorno hereditario poco común causado por la absorción y acumulación de excesivas cantidades de cobre en el cuerpo que puede producir la degeneración del hígado y otros órganos.

Según el cirujano, Chen Xiaoping, la operación fue un éxito y el nuevo hígado contribuirá a aumentar las espectativas de vida de Ye.

Fuente: EFE