No, no había multitudes esperando. Pero un campeón del mundo llegó a Ezeiza y se fue a festejar con los suyos. Se trata de Mauro Camoranesi, nacido en Argentina pero nacionalizado italiano, que el domingo pasado ganó el título con la selección azzura.

 

"Cumplí el sueño de cualquier jugador de fútbol, jugar el Mundial y encima ganarlo, estoy muy feliz" dijo el ex jugador de Banfied. Y agregó que "uno siempre sueña con vivir ese momento, pero nunca sabe cómo es, y cuando llega es algo improvisado y diferente a lo que se ve por televisión".

 

"Soy un argentino que representé futbolísticamente a la selección italiana. Lo hice orgulloso, con mucho entusiasmo. La Selección argentina había demostrado que era la que mejor jugaba al fútbol", explicó Camoranesi, que en cambio dijo que su equipo "No era favorito, pero estábamos confiados en que íbamos a hacer un buen papel".