Ya sin plateas –las 5.500 que había volaron este miércoles– los alrededores de los estadios de Newell´s y Central se convirtieron en gigantescos campings donde miles de hinchas se instalaron con la ilusión de conseguir la ansiada entrada popular para ver el sábado a la noche el partido Argentina-Brasil por eliminatorias.

Ya desde ayer eran cientos de iglus, ubicados uno al lado del otro, en los que los fanáticos decidieron pasar un par de días con una certeza clara: la demanda es mucho mayor que la oferta, así que el sacrificio es el único camino para conseguir el ticket. Las populares se venderán el viernes.

En la zona del Gigante de Arroyito las carpas iban desde la cancha hasta la zona del parque Alem. En el Coloso un cinturón de carpas rodeaba por la tarde el estadio, que presentaba así una imagen muy inusual. Incluso por la noche asomaron algunas parrillas en el parque Independencia para hacer la espera más grata (ver Galería de imágenes). En un lugar y en otro la lluvia de la madrugada complicó que la estancia fuera más placentera. Aunque, en realidad, el buen humor reinaba en el ambiente, según contaron los periodistas de Radio 2 Pablo Procopio y Ariel Borderi.

En total se pondrán a la venta este viernes a las 9 unas 17 mil populares: la mitad en Newell´s y la mitad en Central.

Plateas sin incidentes

Con un fuerte operativo policial que evitó que se produjeran incidentes, pese a que muchos se fueron con las manos vacías, este miércoles a la tarde se agotaron las plateas para el partido del sábado entre Argentina y Brasil en Rosario. Las 5.500 entradas disponibles en las boleterías del Gigante de Arroyito, estadio del encuentro, se terminaron en unas siete horas sin mayores inconvenientes.

Con precios que oscilaban entre los 100 y los 350 pesos, los tickets se expendieron todos y ahora sólo quedan populares, que se pondrán a la venta el viernes tanto en la cancha de Rosario Central como en la de Newell´s Old Boys.

Otras 1.500 plateas se enviaron a Brasil para la parcialidad visitante. El resto de las entradas numeradas, informó la AFA, se destinó a los clubes como parte del protocolo, en una pequeña cantidad, y en mayor proporción a los espónsors que por contrato tienen acceso a tickets.

“En cinco horas y media de venta no hubo un sólo incidente. El operativo policial fue espectacular”, aseguró el Radio 2 el jefe de prensa de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Raúl Steinberg, poco antes de cerrar las boleterías.

El dirigente aclaró además que la venta de populares se dividirá el viernes entre las nueve mil que se venderán en el Gigante y 8500 en el Coloso.