Un joven de 23 años perteneciente a la comunidad toba fue asesinado de un tiro en el pecho cuando pasaba por delante de la casa de su agresor, un hombre que argumentó estar “cansado” de los robos, que él imputaba a miembros de sociedad indígena.

El hecho ocurrió a media tarde de este domingo en la intersección de Los aborígenes y el Pasaje 1830, en pleno barrio Toba, donde Celerino Díaz, de 61 años, tiene su casa –de material aunque precaria– y una quinta donde cultiva hortalizas y verduras.

Enardecidos por el hecho y a modo de represalia, varios integrantes de la comunidad toba incendiaron la casa de este hombre.

La vivienda quedó destruida casi del todo pese a la llegada de los bomberos, que no fueron bien recibidos por los aborígenes. Éstos no querían saber nada con que se extinga el fuego y atacaron a piedrazas el autobomba.

Díaz declaró que los reiterados robos que sufría, tanto de sus cultivos como de cables telefónicos, lo motivaron para hacer justicia por mano propia, aunque, sobresaltados, los tobas aseguraron que Luis Alberto Armando –el joven muerto– sólo pasaba caminando por el frente de la casa de quien lo mató.

El disparo se produjo con un revólver calibre 22 que fue secuestrado por personal de la comisaría 19ª, el mismo lugar donde el autor del crimen quedó detenido.