“Es terrible y agobiante”. Así calificó el diputado por Capital Federal, Alejandro Rabinovich, a la forma de venta impuesta por empresas de distintos rubros, a través de llamadas telefónicos. Es así que propuso una línea a través de la cual se puede llamar y expresar que no se desea recibir más ningún tipo de oferta. Su idea se convirtió en ley y ya rige en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 147.

“En Capital se recibe un promedio de siete u ocho llamados por día. No respetan ni hora ni descanso”, señaló el diputado quien advirtió que el espíritu de la norma “es regular la actividad pero bajo ningún conepto quiere que la gente que trabaja en los call centers quede despedida”.

Según explicó, “darse de baja”, es muy sencillo: hay que llamar al 147 y expresar que uno ya no quiere recibir ese tipo de llamados. Luego, se debe llevar al Centro de Gestión y Participación que corresponda por domicilio una fotocopia del DNI y una factura de la línea telefónica, a fin de que quede constatada la inscripción.

Con este simple trámite, ya se es parte del Registro “No llame” y así ya no sonará el teléfono a cada rato. En el caso de que una empresa viole la normativa podrá ser multada con hasta 100 mil pesos; y serán los mismos usuarios quienes podrán denunciar los casos de infracción ante la Dirección General de Defensa del Consumidor.