Los resultados de un relevamiento que lleva adelante la provincia determinaron que existen al menos 194 pistas de aterrizaje que funcionan sin ningún tipo de formalidad en el territorio santafesino. Se trata de espacios aptos para la operación de aeronaves que en su mayoría no figuran en el registro nacional. En declaraciones a Radio 2, el secretario de Seguridad de la provincia, Carlos Iaparraguirre, asumió que este es sólo el primer resultado del informe y que "podría haber muchos más" lugares aptos para aterrizaje y despegue sin autorización para funcionar.

El dato de unas casi 200 pistas de aterrizaje truchas en la provincia es más que significativo. Sobre todo si se tiene en cuenta que en los registros de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac), órgano regulador de la actividad, sólo figuran 26 sitios declarados y habilitados y que en la zona no existe un radar de la Nación que pueda controlar ese tipo de movimientos aéreos.

"Como no tenemos desde el gobierno provincial competencia sobre el espacio aéreo lo que hicimos fue crear un programa de relevamiento y seguimiento de lugares que son aptos para el despegue y aterrizaje de aeronaves  y que por ende, a veces se prestan para actividades irregulares", explicó en contacto con Luis Novaresio, Iparraguirre.

El programa de información y seguimiento sobre lugares aptos para la operación de aeronaves, fue creado por el Ejecutivo provincial a mediados de junio, a través de la firma del decreto Nº 1088. El objetivo es relevar datos relacionados con la actividad aérea en aquellos lugares físicos donde puedan realizarse estas operaciones –estén o no denunciados ante los organismos competentes–, y confeccionar una base de datos que habilite un seguimiento posterior de los movimientos en cada pista. "La intención es centralizar la mayor cantidad posible de información, para alertar sobre maniobras irregulares que puedan implicar el uso de pistas clandestinas para el narcotráfico", expresó el funcionario.

La acción del relevamiento es una de las primeras tareas que se emprendió y en poco tiempo ya dio sus resultados. "Se hizo por medio de imagen satelital para ver los sobrevuelos en algunos lugares y en una primera etapa se encontrarron 194 lugares aptos, pero no todos autorizados, con un grado de habitualidad en movimiento aéreo que ya han sido constantado y censados", manifestó Iparraguirre. Y agregó: "De acuerdo al registro nacional no todos están habilitados, ya que ahí figura un número de 26 pistas".

El norte de Santa Fe es sin duda el escenario más propicio para los vuelos clandestinos del narcotráfico. Tal es así que la mayoría de las pistas truchas se concentran en esa zona. Según el relevamiento, la distribución geográfica de las pistas se encuentran en el norte y en la costa de la provincia entre las ubicaciones más importantes se destacan: 34 en el departamento General Obligado, 18 en 9 de Julio, 13 en Vera, 24 en San Javier, 12 en Garay, 17 en San Martín, 6 en General López, 3 en la capital provincial y 5 en Rosario. La mayoría son pistas privadas, que pertenecen a estancias o están abocadas a tareas de fumigación.

Cruce de información

En el marco del programa y al mismo tiempo en que se inició el registro de pistas de aterrizaje, desde el Ejecutivo se diseñaron una serie de convenios para el intercambio de información. "En principio comenzamos con la Anac (Administración Nacional de Aviación Civil) el órgano regulador de la actividades que depende de la subsecretaría de transporte. Como no es competencia de la fuerza aérea el registro de los lugares aptos, también están interesados en recibir la información", remarcó Iparraguirre.

En este sentido, la intención es "saber quienes son los propietarios, que informen los vuelos habituales e ir cruzando esta información con los vuelos que tiene que tener registrados los pilotos, ya que todo piloto comercial registra horas de vuelo y hay todo un protocolo de información y que la policía esté al tanto de cualquier operación de aterrizaje y despegue". Por último, reforzó: "La idea es que sientan que hay un control que antes no se efectuaba, por lo menos desde lo territorial".