Nicolás Pachelo, el vecino del country de Pilar al que Carlos Carrascosa vinculó con el crimen de su esposa, fue hoy el eje central del juicio oral que se sigue contra el viudo, al punto que en ningún momento se habló del homicidio ni se mencionó a la víctima, María Marta García Belsunce.

No obstante, el tribunal frenó en dos oportunidades la embestida de la defensa del viudo hacia Pachelo al rechazar que se incorpore a este juicio una escucha telefónica entre su esposa y su abogado y que se lea en público el informe sobre su perfil psicológico.

Antes de que se diera inicio a la novena audiencia del debate, el abogado de Pachelo, Roberto Ribas, solicitó al Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro que impida que se siga sustanciando un "juicio en ausencia" contra su asistido, que ni siquiera está imputado en la causa.

"¿Qué pasa, no hay argumentos para defender que se debe atacar arteramente? ¿No nota el tribunal que hay una silla vacía?", se preguntó el letrado en la presentación que formuló por la mañana y que hasta esta tarde no había sido respondida.

Ribas afirmó que "Carrascosa es el único sujeto elevado a juicio", pero "pese a ello, y en un exagerado y malentendido derecho de defensa, el tribunal viene permitiendo que se sustancie un juicio en ausencia respecto a Nicolás Pachelo".

El vecino fue señalado por Carrascosa como culpable o partícipe del homicidio de su mujer y, en la jornada de ayer, se incorporó a la causa por lectura la condena a un año de prisión que recibió en 2005 por haber encubierto el robo de 47 palos de golf a vecinos del country Carmel de Pilar.

"Esta actitud, sin duda inédita en los anales judiciales, convierte a Pachelo en un mudo espectador de ataques contra su persona y lo expone como la contracara del único acusado", destacó el escrito de la defensa.

"Llamo la atención del tribunal sobre éstos aspectos. Descarto que vuestra idea es llevar a cabo un proceso con garantías, pero ello es extensivo y más aún respecto a quien no está ni se le permite una defensa", agregó.

Sin mencionar la presentación, la presidenta del tribunal, María Angélica Etcheverry, dio inicio poco antes de las 11 a una nueva audiencia que comenzó con la lectura de la causa que se abrió tras el suicidio de Roberto Pachelo, padre de Nicolás.

Ribas se retiró ofuscado de la sala de audiencias y a lo largo de dos horas y media se escucharon detalles de la muerte de Pachelo padre, ocurrida el 10 de enero de 1996 en un chalet de Pilar que se encontraba en el mismo predio que una tosquera de su propiedad.

Ese día por la mañana, el empresario fue hallado sin vida, tirado sobre su cama y desnudo, por su hermano Rodolfo, su ex esposa Jackeline Barbará, el hijo de ésta y Nicolás, quien vivía en la misma casa y -según declaró- decidió llamar a sus familiares porque su padre no respondía a sus llamados.

Todos declararon que el hombre tenía un revólver calibre 38 entre sus manos y que luego descubrieron que tenía un orificio con sangre detrás de la oreja derecha, por lo que estimaron que se había suicidado en el marco de la depresión que venía sufriendo desde un tiempo atrás.

Sin embargo, la defensa logró también introducir por lectura testimonios para vincular a Pachelo con la muerte de su padre, lo cual Ribas calificó de "inhumano y perverso".

Rodolfo Pachelo, tío de Nicolás, dijo que su sobrino, la pareja de éste y su bebé "se hallaban presentes (en la casa) pero no escucharon nada", lo cual Nicolás atribuyó a que las habitaciones de cada uno estaba a una distancia de 30 metros.

Daniel Maldonado, vigilador de la tosquera, afirmó que el joven, por entonces de 19 años, "no tenía sentimientos hacia su padre" y relató que "después de su muerte, un día sacó unos cuadros que tenían fotos de cuando corría carreras de autos y les disparó con una carabina 22".

En tanto, un medio hermano de Pachelo recordó que su padre le había regalado a Nicolás un camión para llevar tosca a la Panamericana pero éste lo usaba "jugando a chocar a otros vehículos" y la madre de éste, Jacqueline Barbará, dijo que le pareció que a su ex marido "lo habían puesto sobre la cama" porque "la idea del suicidio no se podía concebir".

También se leyó una pericia que señaló que en la mano derecha de Pachelo padre no había restos de pólvora, aunque se aclaró que eso podría ocurrir porque a veces las partículas pueden dirigirse hacia otro lado y no quedar en la piel de quien dispara.

La lectura de casi toda la causa del suicidio, que no tienen ninguna relación con el homicidio de María Marta, agobió a todas las partes, incluso a la jueza Etcheverry, quien en un momento empezó a preguntar a la defensa de Carrascosa si era necesario incorporar todas las piezas pedidas y luego rechazó una y evitó que se lea en público otra.

En la instrucción suplementaria del expediente, previa al debate oral, el tribunal aceptó esta y otras pruebas a pedido de la defensa porque tiene "amplitud de criterio", explicaron fuentes judiciales, pero hoy consideraron que la lectura casi completa de una investigación que no tiene vinculación con este juicio fue "sobreabundante".