No va más. El coordinador general de las inferiores de Rosario Central, José Coco Pascuttini, ratificó este jueves su renuncia luego de volver a sufrir amenazas. Hace una semana, el dirigente había anunciado esa decisión ante una campaña de difamación que ponía en tela de juicio su honestidad. En ese momento, el presidente del club, Pablo Scarabino, advirtió: "Si se va él, me voy yo también". Ahora, en cambio, el dirigente podría optar por pedir una licencia. Decisión que se esperaba este jueves a la noche, mientras la dirigencia estaba reunida.

“Me cansé de todo esto. Siempre que vengo a Central no puedo estar tranquilo", se quejó Pascuttini por la campaña difamatoria que se inició la semana pasada y que incluyó pintadas en su edificio y reparto de panfletos en su contra. Después, aceptó tomarse un tiempo para rever la medida, aunque los hechos de este jueves terminaron de convencerlo.

Pascuttini había señalado no saber a qué obedece la campaña y si bien evitó hablar de la barra brava, admitió que algunos de sus integrantes son representantes de jugadores de las inferiores. "Estoy desorientado y amargado", afirmó entonces.

Este jueves, luego de la semana que le pidió Scarabino para analizar la situación, Pascuttini volvió a sufrir intimidaciones y dio un paso al costado. 

¿Golpe económico en Central? Así definió la situación por lo menos Miguel Ángel Tessandori en el programa Fuera de Juego, tras recordar que Scarabino fue reelecto en su cargo hace sólo dos meses y al relacionar el accionar de la barra brava (con intereses en el fútbol de inferiores que maneja Pascuttini) con el gerenciamiento de un grupo inversor liderado por empresarios locales. La otra pregunta sería: ¿cuándo se termina la crisis canalla?