Un total de 900 policías estarán afectados a la seguridad el sábado próximo por el trascendental partido que jugarán en Arroyito Rosario Central y River por la B Nacional. Se espera un cambio en el horario del partido para que se juegue y finalice con luz natural.

Los efectivos de la Unidad Regional II se desplegarán en las adyacencias y el interior del Gigante de Arroyirto, así como también en los accesos a la ciudad. Sobre todo en la autopista a Buenos Aires, por donde se espera lleguen de 20 a 30 colectivos con hinchas del equipo millonario, a los que se efectuará un seguimiento especial, informó en Radio 2 el periodista Héctor López.

En tanto, en la periferia del Gigante se utilizará nuevamente un doble vallado de contención, sistema implementado exitosamente el pasado sábado por el encuentro del Canalla ante Atlético de Tucumán. Ese operativo dejó varios detenidos, mayormente hinchas locales que pretendían ingresar sin entrada y en algunos casos portando drogas.

Por otra parte, la policía rosarina pretende –y es inminente que el pedido será atendido– adelantar el horario de Central-River, por ahora programado por la Televisión Pública para las 18.10. La idea de las fuerzas de seguridad es que inicie a las 14.15 ó 16.10, de modo que se desarrolle y concluya con luz natural.

El choque del sábado en Rosario será clave para las aspiraciones de ambos equipos de conseguir el ansiado regreso a primera división y es tomado como una verdadera final, lo que asegura un intenso movimiento de espectadores desde temprano hacia la cancha, lo implica dedicar una especial atención a la seguridad.

Por el momento, la dirigencia del club auriazul confirmó que otorgará a River cinco mil localidades, todas en la cabecera superior que da espaldas a avenida Génova.

El equipo de Juan Antonio Pizzi marcha primero en soledad, con 68 puntos, mientras que los de Matías Almeyda lo escoltan con 66, a la par de Instituto. Son los tres máximos candidatos a lograr el ascenso directo, cuando restan por jugarse cuatro fechas.