Una maquinita. En eso se ha transformado Central. En un conjunto que se acostumbró a ganar. Juegue contra el que juegue, en su casa o fuera de ella. Ante rivales que lo esperan u otros como este Huracán, que se le plantó de igual a igual y lo complicó. El Canalla de Russo volvió a triunfar y conserva la condición de único líder de la B Nacional.

La Academia venció por 1 a 0 al Globo con tanto de Federico Carrizo a los 38 minutos del segundo tiempo, en el marco de un juego en el que hubo varias situaciones de gol y que el elenco centralista definió merced a una gran resolución individual de su jugador número 12, el Pachi, que capitalizó un balón bajado por Bareiro y la puso a media altura contra el palo izquierdo de Islas.

Fue un duelo equilibrado. De hecho, Mauricio Caranta fue una de las figuras. El golero visitante tapó varias pelotas de gol (una de Barrales sin ángulo y un tiro libre a Defederico en el primer tiempo, un cabezazo de Jiménez y un disparo bajo de Milano en el segundo), aunque en realidad el equipo que mayor parte del tiempo tuvo la pelota fue Central.

En ambas etapas, Central siempre dio la sensación de tener mayor volumen de juego. Sobre todo por la banda derecha, donde Ferrari, Encina y Medina se juntaron para triangular y llevar peligro sobre la meta de la Quema. Pero sistemáticamente falló en la definición, con el voluntarioso pero ineficiente Javier Toledo como abanderado de los goles errados.

Y cuando parecía que el cotejo se iba con un 0 a 0 que no le sentaba tan mal a Central, llegó la jugada que definió todo. Central sumó de a tres de nuevo, logró la notable marca de diez triunfos seguidos y volvió a echarle una palada de ilusión a la ardiente tribuna centralista. Ahora, con 43 puntos, el equipo de Russo mira a todos desde arriba y parece caminar seguro rumbo al cumplimiento de su objetivo.