Pablo Gavira

En Central, a pesar de todo, las cosas no fueron tan mal desde lo futbolístico. Sexta posición, cómodo en la tabla de pro-miedos y con expectativas para el próximo certamen. No se llegó a los 30 puntos y se deberán cosechar esas unidades o más para el Clausura si se quieren tener aspiraciones internacionales.

En lo institucional, desde el arranque la cosa había funcionado mal. Un técnico que realizó la pretemporada y dio luego un paso al costado, otro que asumió y que nunca entró en la gente a pesar de haber ganado por goleada un clásico… Y en el final, el presidente que se toma licencia, el grupo inversor que no sabe muy bien qué rumbo tomará, y la dirigencia que ya está diseñando el modelo 07 pero que hace una autocrítica sobre su trabajo, que no fue buena.

“El último año de gestión fue malo”, reconoció el último domingo en Zapping Sport Gonzalo Estévez, secretario del club. “Nos equivocamos en la política de incorporación de refuerzos para el primer equipo, donde si bien algunos nos salieron bien, la mayoría no”, explicó.

Entre los primeros se pueden apuntar a Ariel Garcé, el Kily González y Paulo Wanchope, pero en el debe aparecen otros tantos como Juan Manuel Azconzábal, Darío Conca y José Castillo.

Y con respecto a los refuerzos que pueden llegar de cara a 2007, todo está supeditado a las ventas de Wanchope –rescindió el contrato que lo vinculaba a Central hasta 2008– y las posibles transferencias de Marco Ruben, Cristian Villagra y Ángel Di María.

Por intermedio del Kily, ya hubo contactos con el uruguayo Álvaro Recoba, el paraguayo Roberto Acuña y el ex Independiente Gustavo López para que integren el nuevo plantel.

Llega el año en que Rosario Central cumple 20 años sin vueltas olímpicas. Parece un buen motivo para pensar en cortar la mala racha.