Un chef australiano de 27 años asesinó a su pareja transexual originaria de Indonesia. La descuartizó, algunas de sus partes las desechó en bolsas de basura y el resto las utilizó para cocinar.

Los hechos ocurrieron en la ciudad de Brisbane en octubre de 2014, pero las autoridades locales dieron en estos días detalles de lo ocurrido ese día. Según indica la investigación el primero en darse cuenta que algo extraño ocurría en la casa del matrimonio en cuestión fue el electricista.

El técnico acudió tras un llamado del cocinero Marcus Volke para arreglar un desperfecto un microondas que había hecho saltar las instalaciones. De acuerdo a su testimonio, en la cocina de Volke había varias bolsas de residuos y sangre cerca de una olla adonde había comenzado a hacer la comida. “Del caldo que estaba haciendo el chef salía un raro olor”, dijo el hombre, que le relató el extraño hecho al portero del edificio y éste a su vez llamó a la policía.

Cuando las fuerzas de seguridad llegaron al departamento, Volke les abrió la puerta, se cortó el cuello y saltó por la ventana. Después de su detención y tras una ardua investigación se descubrió que ambos eran trabajadores sexuales y tenían un trato secreto: él se casó con ella para darle la ciudadanía australiana y a cambio la mujer lo ayudaba a conseguir clientes para pagar una vieja deuda que tenía con una entidad bancaria.

El sargento mayor Tom Armitt dijo a los medios que cree que el asesinato no fue premeditado, sino resultado de una pelea doméstica. Y confirmó que el chef mató a su esposa, la descuartizó y utilizó partes de su cuerpo para hacer un caldo en su casa.