El momento de “balance anual” también es un momento propicio para hacer aquello que nunca está de más, como una buena y completa evaluación de salud, especialmente si se trata de pacientes de la tercera edad.

"Lo importante es que sea bajo un enfoque biopsicosocial, en el que no sólo basta la realización de exámenes de laboratorio e imágenes, sino también una evaluación mental, social y funcional , necesaria para mantener una mejor calidad de vida", enfatiza el doctor Juan Carlos Molina, presidente de la Sociedad de Geriatría de Chile.

A juicio del especialista, es importante descartar patologías crónicas como la cardiopatía coronaria, la enfermedad cerebrovascular, el cáncer, la hipertensión, la diabetes, la obesidad y patologías degenerativas como la artrosis. Asimismo, se debe pesquisar la presencia de trastornos sensoriales (oído, vista) y del equilibrio , que puedan determinar caídas. Sin olvidar toda la esfera de problemas cognitivos y mentales.

Y lo más importante, no olvidar poner en práctica las recomendaciones que favorecen estar sano en las etapas tardías de la vida, como son no fumar, mantener un peso adecuado, desarrollar actividad física y tener una dieta balanceada . "Estos factores ayudan a cultivar el bienestar físico y mental", dice el doctor Molina.

Los especialistas recomiendan cuidar más que nunca el corazón en esta época del año, ya que suelen aumentar los eventos cardíacos como infartos.

Y es que en estas semanas se concentra una serie de factores que actúan como detonantes: la emoción del fin de año, la ansiedad por las vacaciones, el estrés de las fiestas y los excesos en la mesa.

El doctor Molina recomienda realizar exámenes para determinar la presión arterial , los niveles de lípidos y colesterol , y la función renal a través de un examen de orina . También conviene realizar una glicemia para descartar trastornos metabólicos como la diabetes o la resistencia a la insulina.

Una densitometría ósea ayuda a pesquisar la presencia de osteoporosis, que es causante de fracturas y discapacidades.

Esto último va de la mano con una evaluación de la marcha, equilibrio y fuerza muscular . "Uno de los primeros aspectos que se deben evaluar es la velocidad de marcha; ésta es un indicador de salud o riesgo, ya que refleja cómo están los músculos, los huesos; la indemnidad del sistema en general".

Otros chequeos recomendables son una audiometría (evaluación auditiva), así como una visita al oftalmólogo para hacer una evaluación de agudeza visual , descartar glaucoma y cataratas. Un hemograma ayuda a descartar que no haya anemia o problemas asociados a mecanismos defensivos y de la coagulación.

En el caso de las mujeres, la mamografía y un papanicolaou en aquellas sexualmente activas son de rigor hasta los 65 años. También se aconseja un examen de sangre de hormona tiroestimulante para pesquisar hipotiroidismo.

En tanto, en los hombres el examen que no puede faltar es el del antígeno prostático , acompañado del tacto rectal . Y una colonoscopia si hay historia de estreñimiento.

Las evaluaciones a nivel cognitivo apuntan a descartar la presencia de depresión o alguna alteración del ánimo, así como para evaluar el juicio, raciocinio y la capacidad de abstracción. "Éste es un primer cedazo para la búsqueda de alteraciones más severas, como demencia", explica el doctor Juan Carlos Molina.

El especialista explica que es necesario evaluar el aspecto social donde está inmersa la persona: si vive solo, cuenta con recursos y redes. "La herramienta fundamental es la evaluación geriátrica integral ; eso determina el componente no sólo de patología, sino de funcionalidad y necesidad de cuidados y tratamientos que puede requerir un adulto".

Fuente: El mercurio