El presidente chileno Sebastián Piñera realizó este lunes su tercera rendición de cuentas ante el Congreso nacional ubicado en la ciudad de Valaparíso. Durante la exposición del mandatario hubo incidentes dentro y fuera del recinto. La oposición calificó su presentación de "autocomplaciente".

Piñera pidió perdón por los errores cometidos, en un acto donde se destacó la ausencia de dos senadores de la oposición en protesta por lo que consideraron los "ataques" del gobierno a la ex presidenta Michelle Bachelet.

Las palabras de Piñera, en las que exhortó a la unidad y describió los logros de su gestión, tuvieron repercusión en las calles de Valparaiso, donde miles de trabajadores y estudiantes marcharon para reclamar mejoras sociales, en un país donde una de cada seis personas vive en la pobreza.

Esta manifestación fue coronada por nuevos enfrentamientos entre Carabineros y grupos de manifestante encapuchados, ya habituales, que fueron reprimidos con gases y carros hidrantes.

"Hemos vivido un clima de confrontación", dijo Piñera en alusión a las miles de manifestaciones realizadas contra su gestión desde 2011 y que derrumbaron su apoyo ciudadano.

Piñera además lamentó el golpe que significó para su gestión el terremoto de febrero de 2010, el quinto más grande en el mundo.

"El costo material de esa tragedia alcanzó los 30.000 millones de dólares, un 18 por ciento de nuestro producto interno bruto, la mayor pérdida patrimonial de nuestra historia", describió.

El mandatario conservador, cuya popularidad ha mermado hasta un 24 % según recientes encuestas, reconoció en dos ocasiones que había cometido "errores", sin especificarlos, y pidió perdón por ellos, pero dijo aber "trabajado incansablemente" por el país.

Fuentes: EFE/Télam