En Chile cerraron a las 18 las mesas de las elecciones presidenciales e inmediatamente se inició el recuento público de los sufragios. Los cómputos oficiales ratificaban los resultados de los sondeos a boca de urna e indicaban que el 17 de enero habrá segunda vuelta entre el candidato de la Coalición gobernante y el empresario Sebastián Piñera.

Con el 60 por ciento de las mesas escrutadas, el candidato de la derecha Piñera sumaba el 44,23 por ciento de los votos seguido por el oficialista Eduardo Frei con el 30,5.

En tercer lugar, se ubicaba el candidato socialista independiente Enriquez Ominami con el 19, 39 por ciento de los sufragios y en cuarto lugar, el izquierdista Jorge Arrate con 5,86 puntos porcentuales.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, destacó la derrota "de la exclusión" que supuso la elección de algunos diputados comunistas en las elecciones presidenciales y parlamentarias celebradas en el país este domingo.

"Aunque no se ha logrado modificar el sistema binominal, se ha derrotado la exclusión", destacó la mandataria en un breve discurso en el Palacio de La Moneda, en el que felicitó a sus compatriotas por la cultura cívica demostrada durante una jornada "ejemplar".

Bachelet subrayó que la elección presidencial "no está definida", en alusión a la segunda vuelta que, de acuerdo con el desarrollo de los cómputos oficiales, deberán disputar en una segunda vuelta el derechista Sebastián Piñera y el oficialista Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el próximo 17 de enero.

Previamente los sondeos a boca de urna, pintaban un escenario similar. Según una encuesta de la Universidad Diego Portales, el postulante de la derecha obtenía 43,8 por ciento de los votos contra 32,7 por ciento del candidato oficialista, el ex presidente Eduardo Frei.

Al revés de lo que sucede en la mayoría de los países, los medios televisivos y radiales transmitieron en vivo el cierre de la primera mesa en el Estadio Nacional (el mayor centro de votación de Santiago), donde la presidenta de la mesa de mujeres cantaba a viva voz cada uno de los sufragios ante los aplausos y los cánticos de los seguidores de cada candidato.

Los cuatro candidatos presidenciales chilenos votaron por la mañana, oportunidad en la que ratificaron sus posiciones respecto del significado del comicio y la segura segunda vuelta del 17 de enero próximo.

Durante la calurosa mañana de Santiago y aledaños también concurrió a sufragar Bachelet, así como una gran cantidad de los 8,2 millones de electores que están habilitados para la consulta electoral en la que compiten el derechista Sebastian Piñera, el oficialista Eduardo Frei, el independiente Marco Eríquez-Ominami y el izquierdista Jorge Arrate.

Cada uno de los aspirantes presidenciales aprovechó el momento del sufragio para ratificar sus posiciones: Frei rechazó para Chile "un gobierno del mercado", Enríquez-Ominami dijo que hablar de pactos ahora es una "falta de respeto" a los electores, Piñera prometió hacer "un gobierno mejor" y Arrate se mostró a favor de acuerdos de balotaje, pero sin darle "un cheque en blanco a nadie".

La elección presidencial sólo se definirá en primera vuelta si alguno de los candidatos alcanza el 50 por ciento más un voto de los sufragios emitidos, algo que ninguna encuesta ha confirmado.

Las elecciones se desarrollaron hasta con normalidad y gran participación de votantes, a excepción de altercados menores como detenciones de ciudadanos que se negaban a asumir lugares vacantes en las mesas de votación o cortes de caminos rurales por parte de comunidades indígenas que aprovecharon la jornada para reiterar sus reclamos de autonomía y entrega de tierras.