Un ciclista quedó detenido este martes luego de teatralizar un choque con un auto en el centro, con el objetivo de llevar el caso a la Justicia y lograr un resarcimiento económico. La llegada de la policía y el testimonio delator de algunos testigos hicieron que la estafa quedara trunca y su autor preso.
El hecho ocurrió cerca de las 10 de la mañana en la esquina Pellegrini y Entre Ríos, donde un Volkswagen Corsa se encontraba detenido sobre la avenida a la espera de la luz verde del semáforo para doblar. Pero antes de arrancar, el chofer sintió un impacto en la parte trasera del vehículo.
Al bajar se encontró con el ciclista, de pie y sin lesiones aparentes, pero que aducía fuertes dolores y le pedía ser llevado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez para recibir atención médica. Hasta ahí, nada fuera de los parámetros normales de un accidente de tránsito sin graves consecuencias.
Pero el “accidente” tuvo testigos, y algunos de ellos fueron claves para el desenlace, ya que, por desgracia para el “lesionado”, ya lo habían visto protagonizar un hecho igual días atrás. Esto despertó fuertes sospechas e hizo que antes de cualquier otra acción llamaran a la policía.
Y ante la rápida llegada de agentes, el conductor de la bicicleta ya no acusó dolores y sumó en contra la declaración de quienes ya lo habían visto incurrir en al menos un caso de este tipo, con el objetivo de poder cobrar un seguro por daños y perjuicios.
El frustrado estafador fue llevado a la comisaría 2ª, donde confesó su accionar malintencionado y quedó detenido.
El hecho ocurrió cerca de las 10 de la mañana en la esquina Pellegrini y Entre Ríos, donde un Volkswagen Corsa se encontraba detenido sobre la avenida a la espera de la luz verde del semáforo para doblar. Pero antes de arrancar, el chofer sintió un impacto en la parte trasera del vehículo.
Al bajar se encontró con el ciclista, de pie y sin lesiones aparentes, pero que aducía fuertes dolores y le pedía ser llevado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez para recibir atención médica. Hasta ahí, nada fuera de los parámetros normales de un accidente de tránsito sin graves consecuencias.
Pero el “accidente” tuvo testigos, y algunos de ellos fueron claves para el desenlace, ya que, por desgracia para el “lesionado”, ya lo habían visto protagonizar un hecho igual días atrás. Esto despertó fuertes sospechas e hizo que antes de cualquier otra acción llamaran a la policía.
Y ante la rápida llegada de agentes, el conductor de la bicicleta ya no acusó dolores y sumó en contra la declaración de quienes ya lo habían visto incurrir en al menos un caso de este tipo, con el objetivo de poder cobrar un seguro por daños y perjuicios.
El frustrado estafador fue llevado a la comisaría 2ª, donde confesó su accionar malintencionado y quedó detenido.