El bullying existió siempre, sin embargo, la era digital exacerbó el fenómeno que pasa de ser un momento de “cargada” frente a frente, a una exposición pública de una foto, video o escrache virtual que se viraliza y queda publicado en un lugar visible, por un tiempo indeterminado y a los ojos de miles de usuarios. Por eso, el rol de los adultos, involucrarse y aprender, es clave para impedir que se reproduzcan.

Cecilia Pastorino, vocera de Argentina Cibersegura, una ONG que desde el 2011 trabaja en la educación para la navegación segura en internet, sostiene que si bien el ciberbullying es advertido por la mayoría de las escuelas, aún hay un gran porcentaje de instituciones que la desconoce: El año pasado, por primera vez, hicimos una encuesta a casi 600 escuelas de todo el país y reveló que el 64 %  de las escuelas encuestadas tuvieron casos de ciberacoso. Sin embargo, el dato relevante de la encuesta es que hay muchas escuelas que no saben si tienen casos, eso demuestra que hay una falta de conocimiento y de involucramiento muy grande”.

La ONG se dedica a dar charlas gratuitas en escuelas en diferentes provincias del país, a través de sus voceros voluntarios, en los niveles primario, secundario y además a padres y adultos, en temas de privacidad, identidad digital, ciberbullying, sexting y grooming. “Damos una charla para chicos y van 100 personas, damos una para padres y hay solo 15. Los adultos no se interesan lo suficiente con estos temas y tampoco intervienen como deberían. Muchas veces las excusas pasan por ´no entiendo la tecnología´. Nosotros les decimos que su rol es acompañar a los chicos y acercarse de a poco para poder guiarlos”.

Pastorino explica que la educación por parte de padres y docentes en temas de seguridad en internet deben ser considerados igual de importantes como cualquier otro tipo de enseñanza que se le da a los chicos para salir al mundo. “Cuando éramos chicos nuestros padres nos decían ´mirá ambos lados antes de cruzar la calle´, ´no hables con extraños´, en internet es lo mismo. Si bien tiene sus propias normas y lógicas, el mundo digital es parte del mundo físico, de la vida diaria, entonces tenemos que enseñarles y protegerlos ante los peligros de igual manera”. Al respecto, la ONG trabaja actualmente en un proyecto de reforma de la Ley de Educación para que incluyan en las currículas obligatorias los temas relacionados a seguridad en internet.

Además del ciberbullying, el sexting y el grooming son otras dos problemáticas muy vigentes en particular entre adolescentes y jóvenes. “El sexting termina muchas veces en extorsión. Los chicos envían fotos comprometidas a sus parejas, y luego cuando se pelean esas fotos terminan subidas en cualquier lado y expuestas, ya sea porque no se borraron de las aplicaciones por donde se enviaron o porque se les hizo una captura de pantalla. Cuando se envía algo por internet, queda ahí para siempre y se pierde el control sobre esa foto o video. Por otro lado, el grooming, que es acoso, sucede cuando un adulto se hace pasar por un menor para contactarse con niños con intenciones sexuales”. En el año 2013, después de mucha lucha, de la cual Argentina Cibersegura estuvo involucrada, surgió la Ley de Grooming y ahora ya se considera un delito.

Acercarse a los chicos a través de la tecnología

Cecilia explica que no se puede alejar a los chicos de la tecnología porque para ellos no es un medio, es una forma de vida. “Con las redes sociales están constantemente conectados, no se sienten solos. Si bien todas las redes tienen en sus términos y condiciones las recomendaciones de cuándo es la edad ideal para que las usen, la realidad es que los chicos la terminan usando antes para no quedarse afuera. Sea la edad que sea el adulto siempre tiene que estar al lado del chico para saber de qué se trata esa red social y cómo la usa”.

La tecnología no tiene que ser un miedo para el adulto, sino un medio para acercarse. “No hace falta que tengan Facebook, Snapchat, Instagram o Twitter para poder entenderlo, justamente no saber usarlos es la excusa para hablar con ellos y pedirles que les enseñen”, explica la vocera de Argentina Cibersegura y brinda recomendaciones para acercarse a los chicos y conocer cómo se manejan con las tecnologías.

La clave es salir de la zona de confort, del “no entiendo y no me involucro” y acercarse a ellos para preguntarles: ¿Cuáles son las redes sociales que estás usando? ¿Qué aplicaciones tenés en el celular? ¿Para qué las usás? ¿Qué te divierte? ¿Qué tipo de información encontrás? ¿Es un perfil abierto o cerrado? ¿Quién ve la información que publicás?

Una vez que se va conociendo el universo en el que se mueven los chicos se pueden ir aplicando otras estrategias para advertir los peligros, como revisar las configuraciones de seguridad de las redes para entender quiénes ven las fotos que se publican, deslogearse y probar desde otras cuentas si se puede ver o no esa información como una persona ajena, googlear el nombre de los hijos para ver si hay información sobre ellos circulando. “Muchos padres activan la geolocalización del celular de los hijos, pero siempre decimos que es un arma de doble filo porque si bien podés saber dónde están, otros también pueden saberloLo importante es saber q estos riesgos existen para que la información que se brinda no sea usada en contra nuestra”.

Argentina Cibersegura ofrece Guías prácticas de seguridad en internet que se pueden descargar en su web: para niños, jóvenes, padres y docentes, adultos y adultos mayores, un target que suele ser foco también de ataques cibernéticos. “Muchos adultos mayores se inician en internet porque un hijo se fue a vivir al exterior o porque quieren usar Whatsapp para poder comunicarse y con ellos se tienen los mismos cuidados que los niños pequeños, porque también tienen que iniciarse en un mundo nuevo. Uno de los peligros que más se advierten son los secuestros virtuales que se realizan con información obtenida de las redes sociales”.