Cientos de personas respondieron un año más al llamamiento del colectivo Personas por el Trato Ético a los Animales (Peta) protestando en Pamplona en ropa interior, contra los encierros y las corridas de toros, en vísperas del inicio de los Sanfermines.

Ataviados solamente con cuernos de plástico, pañuelos rojos al cuello y ropa interior, la mayoría blanca para coincidir con los colores del típico traje de fiestas, los seguidores de Peta se manifestaron por el casco viejo de la ciudad entre gritos a favor del toro y en contra de los toreros y la lidia.

Un portavoz del colectivo, que cifró la asistencia a la marcha en 1.500 personas, señaló a Efe que "la única novedad" de esta protesta con respecto a ediciones anteriores había sido que el Ayuntamiento "nos otorgó el permiso muy rápido" y "no lo condicionó" a la prohibición de ir totalmente desnudos.

El Ayuntamiento "nos dio una ruta alternativa" a la del encierro tradicional, que era la solicitada, y PETA la aceptó "porque consideramos que era mucho más importante el mensaje que el lugar" y el mensaje se concreta en "festejar la vida y no la muerte", explicó.

Según el portavoz, esta iniciativa, a la que respondieron personas de más de 30 países y con la que "se ha comprometido" para el próximo año Pamela Anderson, "quiere ser una fiesta que incluya y no separe". El objetivo del "encierro humano" de Peta consiste en "convertir en una reliquia del pasado este terrible espectáculo en el que se fuerza a correr por las calles a unos animales aterrorizados antes de ser asesinados en la plaza de toros".

Para trasmitir su mensaje, los manifestantes corearon consignas como "toros sí, toreros no", "la tortura ni es arte ni es cultura", "fiesta sí, corridas no" o "Pamplona antitaurina". El "encierro humano", vigilado en todo momento por la Policía Nacional, terminó en el callejón que da acceso al coso pamplonés y ante cuya puerta se desplegó una gran pancarta en la que se leía "no pueden esperar más, derechos ya para los animales", mientras los asistentes repetían "esta plaza la vamos a cerrar".

Según un comunicado de Peta, que quiso despedir su protesta con gritos de "Viva San Fermín", esta "marcha apasionada y compasiva" pretende "levantar la voz en defensa" de unos animales que "son golpeados con varas y bastones eléctricos para provocar su estampida" a la hora del encierro. Y añade, como argumentos para respaldar su postura, que los toros "sufren severas lesiones al caer en las calles empedradas y golpearse con los muros", que "son debilitados usando tranquilizantes o golpeados" y se emplea "vaselina para nublarles la vista".

Fuente: EFE