Sin tener en cuenta la preocupación expresada por la comunidad internacional, un Tribunal libio condenó este martes a muerte a cinco enfermeras búlgaras y a un médico palestino tras hallarlos culpables de contagiar el sida a más de 400 niños en un hospital de Bengasi, al este de Libia, en los años 90.

Según informó Radio Nacional de Bulgaria, el juez Mahmud Hovissa consideró a los seis trabajadores sanitarios culpables de traspasar de forma deliberada el virus a 426 niños, de los cuales medio centenar ha muerto desde entonces.

Familiares de los menores protestaron en las afueras del Tribunal reclamando la pena de muerte para los seis acusados, quienes aseguraron que fueron torturados para forzar sus confesiones falsas.

Las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino están encarcelados en Libia sin sentencia firme desde 1999.

Fueron detenidos en febrero de ese año y en el 2000 se les acusó oficialmente de haber contagiado el virus a los menores en el hospital infantil de Bengasi.

El primer juicio comenzó en el 2001 y terminó en mayo del 2004 cuando fueron condenados a morir fusilados, aunque la sentencia fue apelada, y en diciembre del 2005 el Tribunal Supremo de Casación de Libia revocó las condenas y ordenó revisar el proceso por considerar que hubo fallos en el procedimiento.

Así, el pasado mayo comenzó el segundo juicio, que ha finalizado ahora con una nueva sentencia a la pena capital.

El Estado búlgaro y la defensa de los seis acusados reclaman la puesta en libertad de los imputados por considerarlos inocentes basándose en informes de prestigiosos expertos internacionales, como uno de los descubridores del virus del sida, Luc Montagnier.

Los científicos aseguran que la enfermedad ya se encontraba en el hospital antes de la llegada de las enfermeras búlgaras y que fue causada por las condiciones de insalubridad en ese centro médico.

El presidente búlgaro, Georgi Parvanov, expresó su profunda indignación por el veredicto y reclamó la inmediata puesta en libertad de los seis acusados.

"Condenamos rotundamente y descartamos categóricamente las sentencias a muerte dictadas", dijo el presidente búlgaro en una declaración conjunta con el primer ministro, Sergei Stanishev, según difundió Radio Nacional de Bulgaria.

"No se tomaron en consideración las pruebas irrefutables sobre la inocencia de nuestros trabajadores sanitarios y se menospreció la postura de la comunidad científica internacional sobre las causas de la epidemia de sida en Bengasi", manifestó.

El comisario europeo de Justicia, Franco Frattini, instó desde Bruselas a las "autoridades libias" a replantearse estas condenas a muerte y alertó de que esta sentencia puede obstaculizar la cooperación entre la Unión Europea (UE) y Libia.

Frattini recordó que Bulgaria será un miembro de la UE desde el próximo primero de enero y añadió que la decisión de la Justicia libia supone "un mensaje negativo" y "un gesto peligroso".

El país africano, liderado por el controvertido líder revolucionario Muamar Gadafi, intenta desde el desmantelamiento voluntario de su programa nuclear en el 2004 reinsertarse en la comunidad internacional como un miembro respetado.

Uno de los abogados de la defensa, Georgi Gatev, adelantó que recurrirán las sentencias ante el Tribunal Supremo de Libia, y expresó que no está sorprendido por el veredicto.

"En este juicio derecho no hay, sino que tiene que solucionarse de manera extrajudicial", dijo el letrado, quien calificó el proceso de "una parodia".

El tribunal libio dará a conocer los motivos de la condena en el plazo de un mes, después de lo cual habrá otros 30 días en los que la defensa podrá apelar la condena.

Fuente: EFE