Cuando todavía faltan unas horas para el partido entre Argentina y México, en el estadio de Leipzig, con capacidad para casi 45 mil espectadores, ya se vive un clima “albiceleste”, con muchos hinchas que recorren las calles y otros que se encuentran en las inmediaciones del estadio esperando entrar y muchos que pugnarán por una entrada. La euforia y el entusiasmo se hace sentir en una ciudad donde habitan 530 mil habitantes. La fiesta argentina vuelve a repetirse, tal cual ocurriera durante las otras presentaciones del equipo de Pekerman, en Hamburgo, Stuttgart y hoy Leipzig. La modernización de este estadio comenzó en el 2000 con una inversión de cerca de 91 millones de euros.