Comerciantes de diferentes zonas de Rosario se reunieron este miércoles para discutir la problemática de la “competencia desleal” que les representan los vendedores callejeros, que, según denuncian, son más de 500 y están “diseminados en toda la ciudad”. Aseguran que la falta de control sobre los puesteros genera un “perjuicio económico muy importante” para locales de distintos rubros.

El presidente de la Federación Rosarina de Paseos Comerciales, Fabio Acosta, sostuvo en Radio 2 que, de acuerdo a recientes relevamientos, se registraron 100 puestos fijos sólo en el centro, “pero sumados a los que están en los barrios, son más de 500”, y la cifra va en aumento.

Señaló que esta actividad clandestina está “diseminada en toda la ciudad” y es “un perjuicio muy importante el que genera en la actividad comercial”, aunque reconoce que los vendedores son “rehenes” de grupos organizados.

“Es gente que está sin trabajo, son los últimos de una cadena, rehenes de mafias que comercializan productos de manufactura argentina y también importados”, arrojó en el programa La primera de la tarde. Y recordó que, últimamente, “en Rosario se han descubierto al menos dos centros clandestinos de manufactura textil con empleados en condiciones de esclavitud”.

En ese sentido, Acosta aclaró: “No queremos que se quede gente si trabajo, queremos que se le garantice, dentro del marco de la ordenanza que regula la actividad”. Resaltó, más allá de la problemática social, la “necesidad de fomentar ferias artesanales para que no vendan más en la vía publica”, ya que para los comercios significa “una competencia desleal”.

Apuntó que el concejal del Frente Para la Victoria Roberto Sukerman se comunicó con la Federación para ponerse a disposición a la hora de tratar el tema, y a propósito anunció que fueron convocados por diferentes comisiones del Palacio Vasallo para derivar la discusión al plano legislativo.

“Nuestro compromiso es abordar el tema desde ese lugar. No queremos ver mas chicos vendiendo en la calle ni familias enteras explotadas por talleres clandestinos. El daño al fisco y al comercio es ínfimo si lo comparamos con el daño social que provocan las economías del delito, ya que el origen de las mercaderías es muy dudoso”, comunicó asimismo la entidad.

Consultado por el periodista Sergio Roulier sobre un acuerdo al que llegaron comerciantes de calle San Luis con puesteros para que, al menos, no vendan los artículos que ellos ofrecen, Acosta advirtió que eso “no se está cumpliendo” y apuntó contra “los operativos de la Afip y la Aduana, que allanan los locales pero no verifican lo venden en la vereda, por lo que hay un desequilibrio en el control de la legalidad”.

“Avasallados”

En tanto, el noticiero Telenoche (El Tres) dialogó con propietarios de negocios ubicados sobre San Luis y coincidieron en que la proliferación de la venta ambulante “sigue siendo un trastorno, porque es totalmente extralimitado lo que venden”. A su vez, piden terminar con las autorizaciones provisorias para puesteros.

“Están usufructuando todo el esfuerzo y trabajo nuestro, aprovechando el paso de multitudes de peatones. Pagamos alquiler e impuestos para tener un local y estamos siendo avasallados”, se quejó un comerciante.

Uno de los sectores más afectados es el de los videoclubes, ya que no sólo la descarga de películas por internet atentó contra el negocio sino también la comercialización de copias pirata en la calle. “Es muy frecuente ver mantas con CD y DVD, y con un policía al lado. Es triste”, lamentó un damnificado de ese sector, reclamando más controles.