La vejiga es una de las partes más importantes del tracto urinario. Junto con los riñones, es la responsable de eliminar los líquidos del cuerpo a través de la orina.

Cuando ciertas bacterias entran al tracto urinario y logran desplazarse hasta este órgano, se empiezan a sufrir una serie de molestos y dolorosos síntomas que señalan una posible infección.

Por lo general, las bacterias se concentran en el aparato digestivo, aparato reproductor e incluso en la uretra. Muchas de ellas son eliminadas del organismo sin que causen infecciones; no obstante, nadie está libre de desarrollar una infección en cualquier momento.

Cuando sentimos señales de una infección en la vejiga es muy importante darle un tratamiento oportuno para que sus síntomas no afecten la calidad de vida e impidan hacer las labores cotidianas.

No obstante, siendo conscientes de que se pueden desarrollar en cualquier momento, también es bueno tomar algunas medidas de prevención.

Síntomas de una infección de la vejiga

Los síntomas de esta afección pueden variar de persona a persona y también según el tipo de  bacteria que ataque al órgano.

A nivel general, estos pueden incluir:

- Ardor al orinar.
- Necesidad de orinar constantemente.
- Dolor de espalda o abdomen.
- Orina turbia y olorosa.
- Fiebre y escalofríos.

¿Qué hacer para prevenirlo?

No podemos afirmar que haya un método 100% efectivo para prevenir las infecciones del tracto urinario, pero lo que sí podemos hacer es reducir el riesgo con la adopción de algunos hábitos saludables.

- Tomar mucho líquido

El consumo de agua y líquidos saludables contribuyen a depurar el sistema urinario y eliminar las posibles bacterias que pueden causar infecciones.

Asegurate de tomar todos los días de 6 a 8 vasos de agua, jugos naturales, tés o batidos.

No debés incluir como líquidos las gaseosas, ya que estas son ricos en azúcares y pueden aumentar el riesgo.

- Orinar con frecuencia

Cada vez que el cuerpo pida ir al baño es muy importante atenderlo de inmediato, ya que aguantarse puede dar lugar al crecimiento de las bacterias y, posteriormente, a la infección.

Evacúa la orina por lo menos cada dos o tres horas o cada vez que sientas la necesidad.

- Evitar los químicos

Los productos químicos para la higiene íntima pueden alterar la flora vaginal y destruir las bacterias buenas que protegen el tracto urinario de las infecciones.

Los aerosoles vaginales perfumados, talcos o jabones, entre otros, alteran tu pH vaginal y te hacen susceptible a las infecciones.

- Higiene

La higiene íntima diaria es imprescindible para prevenir las infecciones. Entre esto se incluye evitar el uso de ropa húmeda por mucho tiempo como, por ejemplo, los trajes de baño. La humedad da pie al crecimiento bacteriano y podría terminar provocando este problema de salud.

Además, lo ideal es utilizar un jabón suave o íntimo para evitar el desequilibrio del pH.

- Ropa interior

Elegir una ropa interior adecuada también tiene mucho que ver en la prevención de esta afección. Algunas prendas íntimas están fabricadas con telas que provocan humedad en la zona, causan flujo y, por ende, provocan el crecimiento de los microorganismos.

Se recomienda utilizar ropa interior de algodón que quede holgada, ya que así permite la ventilación y evita la humedad.

- Vestimenta apropiada

Además de una ropa interior adecuada, también se debe evitar el uso de prendas ajustadas como jeans y otros pantalones que atrapan la humedad en la zona delicada y dan pie al desarrollo de este tipo de enfermedades. Procura elegir jeans sueltos, pantalones de algodón o faldas.

Fuente: mejorconsalud.com