Tras la marcha realizada este viernes a la tarde pidiendo justicia por el asesinato de Carlos Martín Pérez, el joven repartidor de la empresa Coca Cola, ocurrido el miércoles, sus compañeros tuvieron que enfrentar otro trago amargo.

En solidaridad con la familia del fallecido y como una manifestación de repudio por lo ocurrido, el jueves los 60 repartidores que trabajan para la firma Flete y Distribución Rosario, concesionaria del reparto de Coca Cola, decidieron no salir con los camiones a la calle y asistir al velatorio de Pérez.

Pero lo que creyeron un acto humanitario se transformó en causal de persecución por parte de la empresa Coca Cola, según aseguraron varios trabajadores a Rosario3.com. La firma habría amenazado este viernes a la tarde a la empresa quitarle la concesión del reparto por la ausencia de los trabajadores producida en la víspera.

Familiares y compañeros de Carlos se concentraron entonces en las puertas de Coca Cola (después de la marcha) y pidieron ser recibidos por la gerencia para evitar que peligre su fuente laboral. “No quieren recibirnos –dijo Juan Carlos Pérez, tío del joven asesinado, a este medio–. Para ellos no somos más que negritos que reparten cajones”.