Murió el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, autor, entre otras grandes obras, del proyecto del Puerto de la Música de Rosario. Falleció este miércoles a los 104 años de edad, confirmaron fuentes hospitalarias.
El célebre arquitecto permanecía ingresado desde inicios de noviembre en el hospital Samaritano, del barrio carioca de Botafogo (Río de Janeiro), debido a una insuficiencia renal, informa la agencia EFE.
Visitó ese centro de salud en forma recurrente en los últimos años por diversos problemas propios de su edad y en el que en junio pasado murió a los 82 años su única hija, Ana María.
Niemeyer fue uno de los profesionales más importantes de su rubro en el siglo XX y su última obra fue inaugurada en abril pasado en Brasilia, la capital que construyó de la nada entre 1957 y 1963.
Brasilia está considerada su obra maestra y en 1987 fue declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco.
Obra suya también es el "Sambódromo" de Río de Janeiro, que fue inaugurado en 1984 y desde entonces se convirtió en un templo de la samba y el carnaval.
En 2006, con 99 años, contrajo matrimonio con Vera Lucia Cabreira, su secretaria de toda una vida y 39 años menor que él.
Recibió numerosas distinciones durante su vida, como la medalla brasileña del Trabajo (1959), la Legión de Honor francesa (1980) y la Gran Cruz de la Orden Militar de Santiago de Espada (1994).
Ganó los premios Pritzker de Arquitectura, del Instituto de Arte de Chicago (1988); Lenin (1963); Benito Juárez (1964); Juliot Curie (1965); y también sendas medallas del Instituto de Arquitectura Estadounidense (1970) y del Colegio de Arquitectos de Cataluña (1992).
En 1989 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, que fue recibido por su hija Ana María, por el miedo atenazador que ya le causaban los viajes en avión y por el que casi no salió de Río de Janeiro durante los últimos años de su vida.
Su última obra fue inaugurada en abril en pasado en Brasilia. Es la Torre Digital, un cilindro de 180 metros de altura con pétalos de concreto que de lejos lo asemejan a una flor propia de las llanuras centrales de Brasil.
Lamentablemente, Niemeyer no podrá ver en pie uno de sus últimos proyectos, el Puerto de la Música de Rosario, que planea construirse cerca del puerto de la ciudad.
El célebre arquitecto permanecía ingresado desde inicios de noviembre en el hospital Samaritano, del barrio carioca de Botafogo (Río de Janeiro), debido a una insuficiencia renal, informa la agencia EFE.
Visitó ese centro de salud en forma recurrente en los últimos años por diversos problemas propios de su edad y en el que en junio pasado murió a los 82 años su única hija, Ana María.
Niemeyer fue uno de los profesionales más importantes de su rubro en el siglo XX y su última obra fue inaugurada en abril pasado en Brasilia, la capital que construyó de la nada entre 1957 y 1963.
Brasilia está considerada su obra maestra y en 1987 fue declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco.
Obra suya también es el "Sambódromo" de Río de Janeiro, que fue inaugurado en 1984 y desde entonces se convirtió en un templo de la samba y el carnaval.
En 2006, con 99 años, contrajo matrimonio con Vera Lucia Cabreira, su secretaria de toda una vida y 39 años menor que él.
Recibió numerosas distinciones durante su vida, como la medalla brasileña del Trabajo (1959), la Legión de Honor francesa (1980) y la Gran Cruz de la Orden Militar de Santiago de Espada (1994).
Ganó los premios Pritzker de Arquitectura, del Instituto de Arte de Chicago (1988); Lenin (1963); Benito Juárez (1964); Juliot Curie (1965); y también sendas medallas del Instituto de Arquitectura Estadounidense (1970) y del Colegio de Arquitectos de Cataluña (1992).
En 1989 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, que fue recibido por su hija Ana María, por el miedo atenazador que ya le causaban los viajes en avión y por el que casi no salió de Río de Janeiro durante los últimos años de su vida.
Su última obra fue inaugurada en abril en pasado en Brasilia. Es la Torre Digital, un cilindro de 180 metros de altura con pétalos de concreto que de lejos lo asemejan a una flor propia de las llanuras centrales de Brasil.
Lamentablemente, Niemeyer no podrá ver en pie uno de sus últimos proyectos, el Puerto de la Música de Rosario, que planea construirse cerca del puerto de la ciudad.