El Atlético de Madrid, con goles de Diego Godín y Diego Costa, ganó al Getafe 0-2 sin brillo pero con oficio para dar un paso más hacia el título de Liga, que, tras la derrota del Barcelona frente al Granada, está más cerca del conjunto rojiblanco.
El argumento de "partido a partido" de Diego Simeone secundado por toda la plantilla colchonera era justo el que había que aplicar en el Coliseum Alfonso Pérez. Se ganó y el Cholo cambió la premisa: “Ahora es final a final”, expresó.
Es lo que tiene Simeone, que no da un respiro a sus jugadores y ha conseguido que cada encuentro sea el último, como si no hubiese un mañana, como si cada día fuera una final por algún título. Aunque no juegue bien, a veces basta. El esfuerzo y la implicación son los máximos en cada duelo.
Sin embargo, al Atlético le costó mucho abrir el marcador. Sobre todo en la primera parte, donde el Getafe peleó cada balón obedeciendo a las consignas de Contra, que pidió en los días anteriores muchísima intensidad.
Luego de un gol de cabeza del uruguayo Godín al cierre del primer tiempo, en el segundo –con un jugador más– el Atlético aguantó el marcador sin pasar demasiadas penurias. Apenas algún arranque local sin mucho peligro, inquietó al equipo de Simeone, que marcó otro al final por medio de Diego Costa, que se hizo una herida tremenda en la tibia tras chocar contra el poste al rematar el 0-2.
Fue el único mal que sufrió el Atlético, que deja al Real Madrid a tres puntos, más la diferencia particular de goles, y al Barcelona a cuatro. Casi un mundo cuando casi nunca falla. Tiene todo a favor para llevarse la Liga. Eso sí, final a final.
El argumento de "partido a partido" de Diego Simeone secundado por toda la plantilla colchonera era justo el que había que aplicar en el Coliseum Alfonso Pérez. Se ganó y el Cholo cambió la premisa: “Ahora es final a final”, expresó.
Es lo que tiene Simeone, que no da un respiro a sus jugadores y ha conseguido que cada encuentro sea el último, como si no hubiese un mañana, como si cada día fuera una final por algún título. Aunque no juegue bien, a veces basta. El esfuerzo y la implicación son los máximos en cada duelo.
Sin embargo, al Atlético le costó mucho abrir el marcador. Sobre todo en la primera parte, donde el Getafe peleó cada balón obedeciendo a las consignas de Contra, que pidió en los días anteriores muchísima intensidad.
Luego de un gol de cabeza del uruguayo Godín al cierre del primer tiempo, en el segundo –con un jugador más– el Atlético aguantó el marcador sin pasar demasiadas penurias. Apenas algún arranque local sin mucho peligro, inquietó al equipo de Simeone, que marcó otro al final por medio de Diego Costa, que se hizo una herida tremenda en la tibia tras chocar contra el poste al rematar el 0-2.
Fue el único mal que sufrió el Atlético, que deja al Real Madrid a tres puntos, más la diferencia particular de goles, y al Barcelona a cuatro. Casi un mundo cuando casi nunca falla. Tiene todo a favor para llevarse la Liga. Eso sí, final a final.