Una historia que muchas veces se repite: los hijos que se transforman en las armas de sus padres separados. Algo así, ocurrió en Salto Grande. Pero en esta ocasión, la madre, que impedía que su ex pareja visitara a su hijo, fue condenada a seis meses tras las rejas.

El juez en lo correccional de Cañada de Gómez, Jesús Alberto Rizzardi, condenó a Y. “por el delito de impedimento u obstrucción de contacto de menores de edad con sus padres no convivientes”. La mujer, sin embargo, apeló la sentencia.

Según el fallo del magistrado, al que tuvo acceso Rosario3.com, E., padre de M. y ex pareja de Y., denunció que la madre de su hijo entorpecía en reiteradas ocasiones su contacto con el menor e incluso acusó a su ex suegro de colaborar en tal objetivo.

Como, tras la separación, la mujer se volvió a vivir a casa de sus padres en Salto Grande, para E., oriundo de Córdoba, no era fácil verse con su hijo, aunque ello –aclaró– jamás hizo disminuir su amor hacia él.

Por el contrario, cada vez que el régimen de visitas se lo permitía, el hombre hacía los 240 kilómetros que lo separaban del pequeño para verlo. Pero muchas veces se volvía sin siquiera poder hablar con él. Acusaba a Y. de “utilizar el silencio como arma para desalentar sus visitas”.

Pese que “a veces no contaba con dinero para acreditar el hecho con un escribano público ya que cada constatación es muy onerosa”, E. se las arregló para demostrar que, al menos en dos ocasiones, los sábados 15 de enero y 19 de Marzo de 2011, Y. no le permitió ver a su hijo aludiendo problemas de salud del niño.

Es por ello, y a raíz del análisis de varios testimonios –vecinos, familiares y allegados de las partes–, de la opinión de psicólogos y del estudio de los certificados médicos, el juez determinó que la madre estaba en falta y la sentenció a prisión.

Sin embargo, Y. apeló la medida al entender que las pruebas que pudo brindar su ex pareja no eran concluyentes.