El Juzgado en lo Penal de Sentencia Nº 7, compuesto por José Luis Mascali, Alejandra Rodenas y Héctor Núñez Cartelle condenó a 11 años y medio de prisión a Raúl Lacuadra, ex integrante del Comando Radioeléctrico de Roldán, por el asesinato de Guillermo Ramírez, que el 18 de septiembre de 2010 recibió un disparo en la cabeza al tratar de huir de un control de tránsito.
Según el fallo al que tuvo acceso Rosario3.com –pero cuyos fundamentos serán recién dados a conocer este viernes–, Lacuadra deberá cumplir “la pena de once años y seis meses de prisión, accesorias legales y costas, como autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
En tanto, de acuerdo a lo publicado por El Ciudadano, durante la lectura del texto, el ex uniformado se mantuvo en silencio. El tribunal no contempló el requerimiento fiscal de una prisión perpetua como así tampoco el planteo de la defensa que había postulado una legítima defensa o, en su caso, un exceso o bien homicidio culposo.
Aquel día de septiembre, Ramírez, conocido barrabrava de Rosario Central, viajaba en un auto, sin patente ni luces, con uno de sus hermanos cuando el oficial le hizo señas para que detuviera la marcha a dos cuadras de la ruta 9. Willy, como le decían a Ramírez, intentó escapar pero su maniobra desató una balacera que acabó con su vida. En el coche se contaron 8 impactos de bala.
Familiares de la víctima habían asegurado que los uniformados reconocieron a Ramírez y le apuntaron directamente en la cabeza, en tanto Lacuadra sostuvo que vio un arma dentro del auto que desenfundó un hermano de Willy, Ricardo, quien iba en la parte posterior del vehículo y por lo tanto retrocedió, momento en que Jorge Ramírez –otro hermano que pasaba por el lugar a pie–, lo golpeó y desvió los disparos que efectuó a las ruedas para intentar detener la marcha del auto.
Según el fallo al que tuvo acceso Rosario3.com –pero cuyos fundamentos serán recién dados a conocer este viernes–, Lacuadra deberá cumplir “la pena de once años y seis meses de prisión, accesorias legales y costas, como autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
En tanto, de acuerdo a lo publicado por El Ciudadano, durante la lectura del texto, el ex uniformado se mantuvo en silencio. El tribunal no contempló el requerimiento fiscal de una prisión perpetua como así tampoco el planteo de la defensa que había postulado una legítima defensa o, en su caso, un exceso o bien homicidio culposo.
Aquel día de septiembre, Ramírez, conocido barrabrava de Rosario Central, viajaba en un auto, sin patente ni luces, con uno de sus hermanos cuando el oficial le hizo señas para que detuviera la marcha a dos cuadras de la ruta 9. Willy, como le decían a Ramírez, intentó escapar pero su maniobra desató una balacera que acabó con su vida. En el coche se contaron 8 impactos de bala.
Familiares de la víctima habían asegurado que los uniformados reconocieron a Ramírez y le apuntaron directamente en la cabeza, en tanto Lacuadra sostuvo que vio un arma dentro del auto que desenfundó un hermano de Willy, Ricardo, quien iba en la parte posterior del vehículo y por lo tanto retrocedió, momento en que Jorge Ramírez –otro hermano que pasaba por el lugar a pie–, lo golpeó y desvió los disparos que efectuó a las ruedas para intentar detener la marcha del auto.
