El final de la temporada regular en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) dio paso a la tragedia con el asesinato del defensor "cornerback" de los Broncos de Denver, Darren Williams.

Williams, que horas antes había jugado el último partido de la temporada regular con los Broncos para perderlo por 23-26 en la prórroga ante los 49ers de San Francisco, fue asesinado tras recibir varios disparos desde un coche en un barrio de Denver.

De acuerdo a la policía de Denver, los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana del Año Nuevo, después que Williams junto con otro grupo de personas habían celebrado en un club nocturna la nochevieja.

El portavoz policial de Denver, Sonny Jackson, apuntó que poco después de las 2 del Año Nuevo, la limusina que transportaba a Williams y a dos personas más fue tiroteada desde otro vehículo, resultando muerto el "cornerback" y heridos sus dos acompañantes, un hombre y una mujer, ambos sin identificar.

Jim Saccomano, portavoz de los Broncos, informo que la policía le había avisado a las 3 de la madrugada (hora local) de que tres personas habían sido disparadas y de que Williams, de 24 años, había muerto.

"Estamos en un completo estado de conmoción y sin palabras. Las palabras no sirven de nada, esto es una terrible tragedia", señaló Saccomano, que ya había comunicado la noticia al entrenador Mike Shanahan, que también había vivido la frustración de ver como su equipo se quedó sin clasificar para la fase final del campeonato.

Por su parte, Greg Aiello, portavoz de la NFL, también definió la muerte de Williams como una "terrible tragedia", pero dijo que no conocían detalles de lo sucedido.