Hay historias que conmueven día a día. Pero la de estos dos amigos y compañeros de trabajo es muy especial. Sebastián Silva, un joven trabajador de 34 años, tomó la trascendente decisión de donarle uno de sus riñones a Ángel Arellano, de 43, quien sufre una enfermedad hereditaria que lo obliga a realizarse diálisis desde hace dos años. Este lunes, ambos compartieron su emotiva experiencia en De 12 a 14.
Ángel contó que tiene esta enfermedad desde que nació: “Es una enfermedad hereditaria, hace 20 años y pico que conozco de esto, tras el fallecimiento de mi papá. Hace dos años que estoy con diálisis”, explicó.
El receptor del órgano de su amigo confesó qué sintió cuando se enteró de la decisión de su amigo: “Es una felicidad enorme, para mí es un hermano. De todas formas me sorprendió, porque es algo muy duro, sabe que se va a tener que cuidar de por vida”.
“El que conoce a Sebastián no espera menos, porque el corazón de este chico es increíble”, describió Ángel. “Es transparente, es genuino, es capaz de sacarse la ropa que tiene puesta para dársela a alguien que lo necesita”, agregó.
El hombre que recibirá el riñón dentro de poco tiempo dijo que “al principio me negaba, porque sentía que me estaba aprovechando de la bondad de mi amigo”. Y añadió: “Pero él insistió y acá estamos”.
“Lo único que puedo decir es «gracias»”, concluyó Ángel visiblemente emocionado por el gesto de su compañero.
Sebastián, el donante, contó que hace “más o menos 15 años” que se conocen. “Es el cariño que le tengo, somos como hermanos”, confesó el muchacho que necesitó una autorización de la Justicia, que fue expedida por el juez en lo Civil y Comercial de la 7ª nominación, Marcelo Quiroga, por considerarlo un derecho “personalísimo”.
“Ya pasamos por muchos estudios, hay mucha compatibilidad y ahora tenemos que esperar turno nada más”, concluyó Sebastián.

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