Con temperaturas altísimas y una sensación térmica sofocante, se incrementa el riesgo de sufrir golpes de calor. Estos afectan a personas de cualquier edad, pero especialmente ancianos y niños.

Para evitarlos, es fundamental ingerir alimentos frescos y livianos y mantenerse hidratado. La deshidratación se produce ante la disminución de agua y sales del organismo. Por lo tanto, hay que aportar líquidos y sales a través de las bebidas y alimentos, sin esperar a tener sed.

¿Cuáles son los síntomas?

Dolor de cabeza, náuseas, temperatura corporal elevada, confusión, pérdida de conciencia, respiración y pulso débil, piel enrojecida, caliente y seca.

La Municipalidad de Rosario recomienda que ante cualquiera de estas señales, no hay que consumir antifebriles ni friccionarse la piel con alcohol. Lo mejor es consultar al médico.

Cómo prevenirlo

Niños

- Ofrecerles agua o jugos naturales en forma frecuente sin esperar a que los soliciten.

- Dar el pecho más seguido a los lactantes.

- No dar líquidos o comidas calientes o pesadas.

- Bañarlos o mojarles todo el cuerpo con frecuencia.

- Proponer actividades tranquilas y evitar juegos intensos.

- Evitar que transiten y jueguen expuestos al sol, menos aún en horario del mediodía o a la tarde temprano.

- Si deben permanecer bajo el sol, ponerles sombreros y usar protectores solares.

- Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros.

- Nunca dejarlos dentro de un vehículo estacionado y cerrado.

Adolescentes y adultos

- No consumir bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y la pérdida de líquido. No es conveniente tomar cerveza ante la sed y el calor.

- Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.

- Evitar esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes.

- Sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga.

- Evitar comidas abundantes, ingerir verduras y frutas.

Teléfonos útiles: Sies 107 | GUM 0800 444 0909 | Pami 139