La Secretaría de Control municipal comenzó a controlar, con el comienzo de los días de calor, el uso de acondicionadores de aire en los comercios de la ciudad a fin de que se respete la ordenanza que promueve el uso responsable de la energía eléctrica. La repartición municipal informó que desde diciembre se concretaron 116 inspecciones y se registraron siete incumplimientos.

Agentes de la Dirección General de Inspección de Industrias, Comercios y Servicios llevaron a cabo durante el mes pasado 116 inspecciones a locales comerciales del distrito centro para controlar el cumplimiento de la ordenanza 9.375 que establece sanciones para los locales con acceso a la calle que dejen las puertas abiertas mientras está en funcionamiento el aire acondicionado. La norma estipula puertas cerradas o la implementación de sistemas automáticos que permitan evitar el derroche de energía originada por el uso de los aparatos.

El secretario de Control, Guillermo Turrín, confirmó que de las 116 intervenciones– los inspectores se encontraron con 4 negocios cerrados– se comprobó que 63 comercios están ajustados a la normativa.

Del total, 41 locales fueron intimados a poner en uso los sistemas automáticos que instalaron pero que, en el momento de ser controlados, no estaban activados, como por ejemplo, el cierre automático o la llamada cortina de aire.

En tanto, ocho locales no contaban con refrigeración y sólo siete fueron sancionados debido a que, teniendo dispositivos de climatización, no dispusieron los mecanismos para no gastar energía de más.

Estos casos fueron derivados al Tribunal de Faltas que decidirá la aplicación de las sanciones que correspondan. La prerrogativa establece multas, ligadas a los metros cuadrados del local y, en caso de reincidencia, también deja abierta la posibilidad concreta de fijar clausuras de hasta 90 días para los negocios que no cumplen.

El funcionario expresó que los controles continuarán a lo largo de todo el verano a fin de promover el cumplimiento de la ordenanza. “Buscamos garantizar que el espíritu de la normativa se concrete y que en Rosario se termine con el gasto innecesario de electricidad en el marco de la actividad comercial”, señaló.

El año pasado se labraron 120 actas por el mal uso de los aparatos de climatización pero destacó que desde su implementación, hace 4 años atrás, los propietarios han ido tomando más responsabilidad al respecto. "No sólo apuntamos a los efectos positivos hacia el medioambiente sino a los beneficios económicos que implica estar ajustados a la norma", apuntó el funcionario.