Un grupo de presos evangélicos reclama un espacio propio en la cárcel de Coronda. En diálogo con Radio 2, Sergio, quien es pastor y vive recluido en esa cárcel, explicó que "hubo un pabellón cristiano en 2002, duró tres años y funcionó bien" pero luego de la masacre, en la que murieron 13 presos, el proyecto quedó desarticulado. "Empezaron a meter a personas que no son del credo, que roban y pegan a la gente. Queremos que nos den un lugar, que nos respeten como iglesia", planteó.

"Nosotros no prendemos fuego colchones no hacemos problemas. Vivimos una vida normal, dejamos la droga, dejamos de pelear. Queremos salir y no volver nunca más. En otros pabellones queman colchones y los atienden enseguida", se quejó Sergio, quien dialogó desde la cárcel con Nacho Suriani (Tempranísimo).

El hombre, pastor evangélico, aseguró: "Somos muchas las personas que decidimos cambiar de vida. Estas personas que no son del credo roban y pegan a la gente. Hasta hace poco hubo un motín, vinieron a donde estamos nosotros y nos robaron. En otro lugar a los evangélicos les pegaron. Pero esto no se difunde. Encima pabellones aca estan rotos, todos pueden ir de un lado al otro". Y luego remató: "No queremos otra masacre".

"Parece que las autoridades no quieren que la gente se rehabilite", lamentó Sergio. "En la Unidad III y en las comisarías de Rosario hay espacios para cristianos. Esta gente no tiene más problemas con la policía porque ha cambiado su vida", subrayó.

"Hemos hablado con las autoridades pero no nos dan cabida. Queremos que se nos respete. En este pabellón hay más personas que la capacidad pemitida. Estamos en peligro de muerte continuamente y nadie hace nada", concluyó.