La mediación en el ámbito educativo se comenzó a aplicar en la década del 90 como una herramienta útil para mejorar la comunicación, el clima escolar, la formación integral del alumno y la preservación de las relaciones. En la actualidad, hay interesantes experiencias a nivel local que demuestran como esta clase de trabajo ayuda a solucionar conflictos entre pares.

Con ese objetivo, el Centro de Mediación y Resolución de Conflictos Pablo Benetti Aprosio comenzó a funcionar en la ciudad en julio de 1995, y se constituyó en el primer centro de mediación comunitaria del país, dedicado a mediar en la resolución de conflictos no sólo en el ámbito escolar.

Las dificultades de convivencia entre los diferentes integrantes de la comunidad educativa de cada colegio muestran en pequeña escala lo que ocurre en la sociedad en su conjunto. Por eso, los mediadores apuntan a formar mediadores dentro de las escuelas, no sólo en los cursos más avanzados, sino a partir del primer grado de la primaria.

“Actualmente estamos trabajando en dos escuelas de Rosario con las que celebramos convenios : Los Arrayanes (de gestión privada, desde 2002) y el Complejo Francisco de Gurruchaga (de gestión pública, desde 2007)", detalló Víctor Jaef, director del mencionado Centro, que funciona en la sede Rosario de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe. En diálogo con  Rosario3.com, describió los logros como “altamente satisfactorios, a causa del manifiesto interés que demostraron tanto los docentes como estudiantes”.

“En el Complejo Gurruchaga trabajamos en dos etapas", explicó Jaef. "Primero haciendo charlas con la comunidad educativa para concientizar acerca de la existencia de la mediación como herramienta para resolver confictos, y luego capacitando a un grupo de docentes que concurrieron a la Defensoría del Pueblo, y luego trasladaron la experiencia a sus colegas”, sostuvo.

En Los Arrayanes, dada la antigüedad del convenio, el trabajo está más avanzado y ya se empezó a formar a los estudiantes de 6° grado de la primaria y 3er. Y 4° año de la secundaria, tarea que finalizará el mes próximo. “Lo que resulta muy alentador y superó nuestras expectativas, es la respuesta de los chicos a la propuesta, ya que a partir de la charla inicial, se inscribieron como voluntarios 17 alumnos de 6° grado y 20 de 3° y 4° año, para continuar la formación”, precisó el funcionario.

Los problemas más comunes de convivencia en las escuelas se manifiestan a través de agresión verbal y física, marginación, discriminación y el fenómeno conocido como bulling (la situación en que algunos alumnos intimidan y humillan a otros compañeros que son más débiles o vulnerables).

Si bien estas experiencias son relativamente nuevas, en función del tiempo que conlleva concientizar y formar a un mediador, el Centro destaca que de manera informal, y en algunos casos a pedido del Ministerio de Educación de la provincia, intervinieron en otros establecimientos educativos como el Complejo Alberdi, la escuela Leopoldo Herrera, el colegio Maristas y algunas escuelitas de fútbol, donde los conflictos dificultaban no sólo la actividad, sino la convivencia cotidiana.

En el caso puntual de Los Arrayanes y Gurruchaga, la última etapa del programa consistirá en la puesta en práctica del programa de “Mediación entre pares”, que tiene como premisa que son los mismos educandos los que tratan de resolver los conflictos que se suscitan entre ellos y los conflictos desatados en general dentro del establecimiento. “Lo novedoso es que se deja de lado la sanción como primera medida en abordaje del conflicto”, resaltó Jaef.