El fiscal de la causa que investiga el crimen de Sandra Cabrera, Ismael Manfrín, manifestó su disgusto en cuanto a la falta de pruebas que condujeron a que el único procesado, el oficial de la Policía Federal Diego Parvluczyk, quedara en libertad. Además, aseguró que no cuentan con otras pistas pero ratificó que el asesinato de la meretriz estuvo vinculado a la prostitución y la venta de estupefacientes.

El único procesado por el homicidio de la ex secretaria general de la Asociación Argentina de Mujeres Meretrices (Ammar) Rosario, Sandra Cabrera, fue sobreseído por faltas de pruebas. La decisión fue del juez de instrucción Alfredo Ivaldi Artacho y responde al hecho de que no se incorporaron nuevas pruebas en la prórroga del plazo investigativo planteado una vez que el uniformado recibió la falta de mérito.

“Estoy tranquilo de que se ha investigado mucho con gente muy capacitada pero las pruebas no son suficientes para apuntar a Parvluczyk la autoría del crimen”, expuso y subrayó en relación al policía: “Está sobreseído aunque la causa sigue abierta pero él ya nada tiene que ver” y se manifestó descreído de que nuevas pruebas logren sumarse a través del tiempo.

En cuanto a nuevas hipótesis, Manfrín negó cualquier tipo de sospecha sobre otra persona y analizó como una dificultad el hecho de que no se haya activado una serie de medidas que favorecieran los testimonios. “Hubiera ayudado contar con un programa de protección de testigos porque el las circunstancias que rodearon el crimen eran de total ilegalidad”. Y agregó: “Hay que ser valiente para testificar en una causa así”.

Finalmente, el fiscal ratificó la vinculación del móvil con la prostitución y drogas, aunque no se atrevió a cerrar las hipótesis. “No podemos descartar causas personales”, explicó.