Tras el crimen de Maximiliano Quemadito Rodríguez este martes en Pellegrini y Corrientes, el papá de Jeremías Trasante, uno de los tres chicos acribillados el 1 de enero de 2012, en el denominado triple crimen de Villa Moreno, lamentó el hecho y consideró que el homicidio de los jóvenes –en el que Sergio Rodríguez, el papá de Maximiliano, es el principal implicado–es la posibilidad de que “salgan a la luz negocios que estaban ocultos”.

Este martes, el hijo de Sergio el Quemado Rodríguez fue asesinado de un disparo en pleno centro de la ciudad. El joven había sido baleado el mes pasado, luego de recuperar la libertad tras permanecer preso. Estaba acusado de haber iniciado el cruce de balaceras que terminó en el triple crimen de Villa Moreno.

Eduardo Trasante conocía al joven por su labor en la alcaída como capellán. Consultado en el programa Radiópolis (Radio 2) sobre el hecho, señaló: “Es una confusión de sentimientos, uno tiene principios en los cuales camina desde hace tiempo, fue revivir como padre la experiencia que nosotros vivimos con mi hijo el año pasado”, dijo y agregó: “Uno como padre entiende a Sergio Rodríguez y al resto de sus hijos”.

Trasante es un hombre de fe y busca poner en práctica lo que predica. Como es su costumbre, eligió las palabras más conciliadoras a la hora de referirse a la familia Rodríguez. “La cabeza puede pensar muchas cosas pero buscamos, junto a mi esposa, la fuerza para guardar los sentimientos de nuestro corazón”.

Más de un año pasó del triple homicidio que dejó a las familias Trasante, Suárez y Rodríguez sin sus hijos. Ayer, otro crimen terminó con la vida del hijo de el Quemado. ¿Quién fue el asesino? “No lo podría decir”, sostuvo Eduardo pero expresó su visión de lo sucedido: “Entiendo que conocer tanta gente, haber estado detenido, estimo que se hacen de enemigos de mucha gente. Eso deja en distintas personas sentimientos de odio y venganza”, deslizó.

“Como decía mi abuela, ´el que mal anda, mal acaba´”, continuó. “No sé quién lo mató, los desconozco pero lamento lo sucedido ayer. Maxi era joven, hay tantos detenidos que tienen la posibilidad de cambiar”, añadió.

Luego, consideró que el crimen de su hijo, como ya lo anticipó el año pasado, es una oportunidad de que se conozca un entramado delictivo que estaba oculto. “Detrás del pequeño árbol que es el crimen de los chicos, hay un gran bosque que ha estado oculto, la connivencia policial con el narcotráfico”, indicó a modo de ejemplo.

“Lo que se está viendo desde el 1º de enero tiene que ver con Dios está quebrando algo en distintos ámbitos. Más allá de que uno llora a su hijo, si esto sirvió para que salgan a la luz muchos negocios, en lo personal le doy gracias a Dios”, analizó y remató: “Si esto es asi, la muerte de mi hijo es una siembra”.

Finalmente, manifestó: “Rogamos a Dios que el triple crimen sea un punto de inflexión, que a partir de esta experiencia que nos tocó en lo personal, haya cambios estructurales en el ámbito gubernamental y de la Justicia”.
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Eduardo Trasante (Radio 2)