El presidente de Rosario Central, Pablo Scarabino, se tomará una licencia de 90 a 180 días. Ese fue el resultado de la reunión de la comisión directiva que se llevó a cabo en la sede de central este lunes a la noche.

Scarabino habría presentado su renuncia pero desde la comisión le habrían pedido que opte por una licencia, que fue lo que finalmente ocurrió. Según explicó después al periodista de Telenoche Pedro Levy, la medida la tomó para proteger a su familia y a su actividad en el negocio de la crisis que vive la institución.
 
Por otro lado, confirmó la continuidad del grupo inversor en el club (Horacio Carbonari era la cara visible del grupo empresarial vinculado a los medios de comunicación). Además, Scarabino seguirá ligado a Central y aseguró que pudo lograr un acuerdo con los representantes legales del ex técnico canalla, César Menotti, por una deuda que podría derivar en un pedido de quiebra.

Desde este martes, entonces, ocupará el cargo de presidente el ahora vice 1º, Juan Dalbes, según lo señala el estatuto del club.

El detonante de la decisión del número uno canalla, reelecto hace apenas unos meses, fueron la renuncia del encargado de las inferiores, José Pascuttini, luego de haber recibido amenazas. "Si se va Pacuttini me voy yo", había dicho Scarabino, y ahora cumplió, aunque de manera temporal.

La otra figura que también iba a dejar el club era Don Angel Tulio Zof, aunque habrá que ver cuál es la postura final del viejo. Por lo pronto, ya renunció Pascuttini, se fue Scarabino y se queda el grupo inversor en el centro de escena del club.