La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó este miércoles un discurso público en el Hospital Posadas, en Morón, donde se inauguró un nuevo edificio. Fue la primera aparición de la titular del Ejecutivo tras el balotaje en el que Mauricio Macri fue electo como nuevo presidente a partir del 10 de diciembre. "No me voy a ir, quédense tranquilos, siempre voy a estar", disparó al abrir el acto.

"Vamos a velar por los derechos de todos los argentinos y vamos a colaborar. Sabemos de las responsabilidades de gobierno", agregó la jefa de Estado y más adelante advirtió: "Un país no es una empresa, que nadie se confunda".

La presidenta dijo que deja su segundo mandato “con el orgullo de haber cumplido parte de la tarea”. “Salimos con muchas más cosas de las que entrábamos, porque casi un tercio de los argentinos no tenía trabajo y ahora el índice de desocupación es del 5,8 por ciento. Entramos con una Argentina con impunidad y comenzamos la tarea de reconstrucción de memoria y derechos humanos que más se recuerde en el mundo. Pocos países juzgaron ellos mismos sus propios crímenes”, comentó.

Cristina recordó la victoria de Juan Manzur como gobernador de Tucumán para advertir que en ese momento "se mantuvo en vilo al país por un pretendido fraude" ante una victoria "por 14 puntos". Y manifestó que el Frente para la Victoria no va a "hacer cosas" que le hicieron a su partido. 

"Este espacio político, plural y diverso, sufrió persecuciones, negaciones, proscripciones, como nunca tal vez ningún otro partido político de Argentina. En nombre de esos dolores, de esas tragedias, jamás nos ocurriría algo que dañara la convivencia y la gobernabilidad", expresó.

“Falta más, mucho más, pero tienen que ayudar los sindicatos, trabajadores, la sociedad empoderada”, finalizó.