La ex presidenta y candidata a senadora por Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, consideró hoy que “en Argentina no hay Estado de derecho” ni “una justicia imparcial” y aseguró que el gobierno de Mauricio Macri “no es una dictadura”, durante una entrevista en el portal Infobae.

El peronismo

Durante un pasaje de la entrevista, Cristina Kirchner se refirió a la interna en el peronismo y la carta pública que difundió la semana pasada. "No la escribí para los dirigentes; está dirigida a los electores que votaron oposición en la provincia de Buenos Aires por una razón lógica certificada por el resultado de las Paso".

También, replicó a dirigentes como Sergio Massa, Florencio Randazzo y Juan Manuel Urtubey: "Es muy dificil ser un obstáculo habiendo ganado las elecciones, y sobre todo que lo digan aquellos que no tuvieron el resultado que esperaban".

"Esto no es un ballottage ni la primera vuelta en 2019. Es una elección parlamentaria para decirle no al ajuste, para evitar la precarización laboral que se viene", añadió.

Por otro lado, reconoció que no quería ser candidata a senadora en estos comicios.

“Yegua, puta y montonera”

La ex presidente Cristina Kirchner defendió la libertad de expresión durante sus mandatos. "A mí me insultaban, llegaron a decirme que era mentira que mi marido estaba muerto adentro de un cajón. Cualquier cosa dijeron de mí. A mí me decían yegua, puta y montonera y no metimos presa a nadie. Hoy meten preso a un pibe por un Twitter, la gente tiene miedo", argumentó en una entrevista con Infobae.

"Durante mi gobierno hubo una libertad absoluta en Argentina. Se podían pegar afiches contra un periodista o poner que yo era yegua, puta o montonera. Y en las movilizaciones a la Plaza de Mayo vi carteles conmigo colgada, ahorcada, y nunca se reprimió a nadie. En las redes sociales me agraviaban y me amenazaban. Ahora el que dice algo del presidente, lo meten preso. En mi gobierno había una profunda libertad. Ahora un chico estuvo un mes preso por un Twitter. ¿Qué tendría que haber hecho yo?", insistió.

En esa línea, la ex mandataria consideró que "si alguien quiere insultar a un presidente, puede insultarlo". Y se puso como ejemplo. "A mí me insultaban. A mí llegaron a decirme que era mentira que mi marido estaba muerto adentro del cajón. Eso es la libertad y la democracia, que cualquiera pueda decir lo que quiera, en tanto no lo dañen físicamente ni provoquen un daño patrimonial", sostuvo.

Esa visión de su mandato la comparó con la que tiene de la actual gestión. "Ahora nadie puede opinar nada. Si alguien pinta una pared se lo llevan arrastrando. En la movilización de Ni Una Menos salieron a cazar gente. Eso no me gusta, no es democracia, no es libertad. En un país donde la gente no pueda pintar una pared, no quiero vivir, aunque no me gusten las paredes pintadas. En todo caso, hay que obligarlo a pintar de nuevo la pared, pero no llevarlo presa", sentenció.

Además, pareció reeditar el discurso de la oposición a su gobierno. "No quiero vivir en un país donde hay una movilización y desaparece gente, o donde un funcionario como (el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo) Noceti dice 'vamos a meterlos presos, hagan lo que hagan'. No quiero vivir en un país donde un funcionario me amenaza con meterme preso si hago algo que no le gusta. Y esto pasa en argentina: se restringe la libertad, la gente tiene miedo, se arman causas, se persigue gente", concluyó.

Venezuela

Cristina Fernández de Kirchner, en entrevista exclusiva con Infobae, analizó la actualidad de la crisis venezolana. Afirmó que " la democracia está en emergencia en toda Latinoamérica" y pidió que no se trate al caso venezolano como "un leading case de que no hay democracia es una falacia".

-¿Hay democracia en Venezuela?

– La democracia está en emergencia en toda Latinoamérica. Me parece que la elección de Venezuela únicamente como un leading case en donde no hay democracia, y en todo el resto de la región funciona la democracia, es una falacia.

Si empezamos por México, por ejemplo, este año asesinaron a 44 colegas suyos, periodistas. Hay violencia institucional, violencia física, gente que desaparece y miles de muertos.

En Venezuela, con todas las dificultades de un un país dividido y partido en dos, donde hay severos enfrentamientos, y donde no contribuye para nada que azucemos de un lado y del otro. Soy de las que piensan que elegir un solo país y cargar sobre ese, por una cuestión que evidentemente no se hace con otros países donde hay muchísima violencia, donde desaparece gente, donde el Estado también ejerce una violencia muy fuerte… le voy a ser sincera, yo creo que la democracia está en emergencia en toda América Latina.

Cuando veo en Brasil el juicio de destitución de Dilma Rousseff, cuando veo en Argentina, porque… en Venezuela hay presos políticos, sí. Yo creo que en Argentina, con el caso de Milagro Sala, creo que también hay presos políticos. En Argentina hay persecución política, se intervienen sindicatos, el presidente a todo aquel que no piense como él, sea un abogado laborista, un juez laborista, un sindicalista, un opositor, lo considera mafioso.

¿Una dictadura?

-¿Para usted, en Argentina hay dictadura?

-No, yo no dije eso. Estoy diciendo una mesa judicial que integra el presidente, con el jefe de gabinete, el ministro de Justicia y otro abogado integrante del gobierno. No me parece muy democrático, ni muy de divisiones de poderes que haya una mesa judicial.. Maduro echó a la procuradora fiscal, bueno acá también la quieren echar. No se puede tomar una medida de una manera según sea de izquierda y populista, y si es de derecha -y a mi me gusta- de otra manera.

¿Hay estado de derecho en Venezuela?

Posiblemente este muy cuestionado, porque hay un estado de división y de fractura muy fuerte.Y eso tenemos que evitar en Argentina. Cuando se parte en dos, y una mitad opina que lo otros es horrible y hay que suprimir, y la otra agregar más leña a eso, y catalogarlo, me parece muy fuerte.

No digo que todo es maravillosos, pero digo que tenemos que tener el mismo parámetro.

Los bolsos de López

En un pasaje del diálogo, Cristina Kirchner se quebró. Fue cuando se le consultó por el caso del ex secretario de Obras Públicas, José López, captado por cámaras de seguridad lanzando bolsos con millones de pesos y dólares a un convento.

"Me pareció una escena grotesca y brutal. Tuve un gran enojo. Mucho, mucho, mucho. Después me vino mucha tristeza. Fue brutal y terrible. Hasta el día de hoy quisiera saber cuándo y quién le entregó ese dinero. Me cuesta creer que frente a fajos de dinero termosellados y que se pueden rastrear, no se sepa quién le dio ese dinero", dijo.

"Es muy difícil estar en la vida de los funcionarios", añadió. E insistió: "Es imposible saber lo que hace cada funcionario. No podía creer lo que veía. No creo que De Vido supiera. Fue terrible, pensé en esos pibes que ven esto. Creo que lo odié en ese momento como pocas cosas he odiado en mi vida".

El periodismo

"Tenemos que ser realistas", siguió. "Cuando me tocó ser presidente me tocaron momentos muy difíciles. Cuando te ponen una palabra fuera de contexto. Cualquier frase o palabra impacta en el país. Tenés que ser más cuidadoso. Hubo periodismo de guerra en varios sectores y aún los hay", dijo.

Cristina Kirchner consideró que existe un "blindaje mediático" que beneficia al actual gobierno y negó que el programa "678", que emitía la TV Pública, también haya sido parte de un "blindaje" hacia su administración que concluyó en el 2015.

La Justicia

"Que un gobierno que ganó en el 2003, en el 2007 y en el 2011 por amplias mayorías sea considerado una asociación ilícita, revela que hay un manejo del Poder Judicial para poder invalidar un proceso político que se dio en el país. Es un atentado a la democracia, es un gran disparate", dijo la ex mandataria en una entrevista con Infobae, en la que comparó su situación con la de los ex presidentes de Brasil Dilma Roussef y Luiz Inácio Lula da Silva.

Cristina Kirchner dijo también que "el Poder Judicial está muy desprestigiado", negó que haya habido persecuciones durante su gobierno y afirmó que "hay un manejo descarado del Poder Judicial fundamentalmente para perseguir a quien habla".

Lamentó también que la ley que reformaba el Consejo de la Magistratura haya sido declarada inconstitucional y dijo que promovía que los consejeros "sean elegidos democráticamente", lo que, a su juicio, evitaba "el voto corporativo".

También lanzó que su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, "construyó una Corte que fue un ejemplo", y que esa Corte "ya no existe", al tiempo que afirmó que "está sospechado el rol de la Corte y su independencia", y que también está el máximo tribunal "desprestigiado".