"A lo nacional y popular que caracterizó al peronismo, tendremos que incorporar al feminismo. Nacional, popular democrático y feminista". En el discurso más esperado de la maratónica sesión en el Senado, la ex presidenta Cristina Kirchner instó al peronismo en general y al kirchnerismo en particular a tomar las banderas que miles y miles de mujeres pusieron en la agenda pública con su persistente movilización.

Cristina anunció su voto a favor de la ley de interrupción voluntaria del embarazo -llamó también a dejar de usar la palabra aborto- y lamentó el rechazó liso y llano que se aprestaba a determinar el Senado.

"Estamos rechazando un proyecto sin proponer nada alternatvo. Y la situación va a seguir siendo la misma. Si tuviera creteza que rechazando la ley no hay más abortos no tendría problemas en levantar la mano. Pero van a seguir produciéndose los abortos en la Argentina. Y no es una cuestión de condiciones o creencias sino de dar respuesta como legisladores a un problema que existe", enfatizó.

Cristina comenzó repudiando los agravios y agresiones que sufrieron legisladores que anunciaron su voto a favor de la ley. "Nunca es gratis trabajar contra el estatus quo", afirmó.

Luego dijo que ella siempre votó y gobernó para la vida, mencionando distintas políticas impulsadas por el kirchnerismo, desde la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final al matrimonio igualitario, pasando por la ley de Eduación Sexual Integral (ESI) y la de matrimonio igualitario.

"No es fácil abordar un tema de esta naturaleza. Pero es obligación hacerlo a partir de la comprensión de que más allá de nuestras creencias y convicciones, todas respetables, hoy cundo se rechace la ley lo más grave es que la situación va a seguir siendo la misma", insistió.

Cristina dedicó una parte de su discurso a explicar por qué cambió de postura, ya que cómo presidenta siempre rechazó la posibilidad de impulsar el debate sobre el aborto. "Algunos dicen que fue mi hija, una militante feminista, la que me hizo cambiar de opinión. No, no fue mi hija", arrancó. Y luego señaló que fueron "las miles y miles de chicas que se volcaron a la calle".

 "Verlas abordar la cuestión feminista, verlas describir la realidad de una sociedad patriarcal, nos debe colocar a todos en un lugar distinto", dijo, e instó varias veces a los propios legisladores a "deconstruirse".

Cristina dijo que en su juventud, en los años 60 y 70, el tema de la igualdad de género no estaba en la agenda, acaso porque en esa "generación que fue aniquilada no había distinción, éramos pares".

Y en ese marco se hizo espacio para homenajear a Néstor Kirchner: "Tuve la suerte de casarme con un hombre que nunca me consideró su mujer sino su par".

"Tenemos que escuchar más que una cuestión de género una cuestión generacional", desafió. y remarcó: "La ley no va a salir. No será este año, será el que viene o el otro".

Entonces, les habló a las pibas de pañuelo verde: "Es necesario que todos deconstruyamo. una vision y una idea de la sociedad. No se enojen con las religiones, ni con la Iglesia ni con los sacerdotes. Sigan contruyendo esa fuerza que yo pude ver el 8 de marzo".

Y al propio peronismo: "A lo nacional y popular, vamos a tener que incorporarle la agenda feminista. Nacional, popular, democrático y feminista".

Entonces, volvió hacia los senadores que rechazan el proyecto: "Esta no es una ley que obligaba a abortar a nadie".