Antes y después de Cromañón. Esa especie de tensión fue la que generó que se implementaran distintos controles y operativos de seguridad en bares y boliches bailables después de la targedia vivida el 30 de diciembre de 2004. Por estos días, en Rosario detectaron que aunque no faltaban las salidas de emergencia en los boliches brillaban por su ausencia los carteles indicativos de la capacidad máxima exigida: norma post Cromañón. 

Después de la tragedia que cambió profundamente la noche joven y el ambiente del rock, en Rosario se vieron incrementadas las inspecciones en locales bailables para verificar que se cumplían las medidas de seguridad requeridas.

Desde la Dirección de Inspecciones de la Municipalidad se inició un operativo para relevar el estado de los 24 boliches habilitados en la ciudad. "Los controles se realizan de día porque es cuando se puede comprobar si las estructuras de las paredes o los cielos rasos están en riesgo. Se ve mejor que a la noche si algo está por caerse, si están bien las instalaciones eléctricas y si todo está en orden", señaló a Rosario3.com, Henry Fabro, titular de esa dependencia.

Aunque hasta el lunes no estarán revisados todos los locales bailables de la ciudad, el balance de Fabro fue bastante positivo. "Llevamos visitadas 21 confiterías. El lunes terminaremos con las tres que nos faltan". Pero hasta el momento, podemos decir que no hubo que hacer grandes observaciones", indicó. Y abundó: "Notamos que en algunos boliches faltaba una buena iluminación en escaleras y que las luces de las salidas de emergencia estaban descargadas pero nada más".

En este sentido, Fabro señaló que "a ninguna le faltaban salidas de emergencia y detectores de metales, requisitos básicos para la habilitación". Sin embargo, una señalización que después de Cromañón empezó a tener una vigencia obligatoria no apareció en la mayoría de los boliches ante la visita de los inspectores: la del límite de capacidad.

El lunes el personal de la dirección municipal de Habilitaciones hará la recorrida por los locales Mogambo, El Eterno y un boliche de Sarmiento al 1400.

"Notamos que había deficiencia en el tema de cartelería. Aunque había salidas de emergencia faltaban las señales, no había indicaciones del factor ocupacional del local. Como tampoco carteles que indicaran la prohibición del ingreso de menores y la no discriminación", concluyó.