Cuando un niño nace, sigue unido a la madre por el cordón umbilical, que forma parte de la placenta y, normalmente, se separa de ella cortando ese punto de unión.

El pinzamiento y corte precoz del cordón umbilical es el que se realiza, generalmente, en los primeros 60 segundos tras el parto, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS),

Sin embargo, cada vez son más los médicos que abogan por una separación posterior, transcurrido al menos un minuto desde el parto o cuando han cesado las pulsaciones del cordón, informa Europapress.

Según el informe, el corte tardío mejora la dotación de hierro del niño hasta los seis meses de vida.

Y este efecto puede ser especialmente importante para los lactantes que viven en entornos con pocos recursos, en los que hay un menor acceso a alimentos ricos en hierro.

Además, un nuevo estudio lo asocia con mejores puntuaciones en la motricidad fina y las habilidades sociales de los niños a los cuatro años, sobre todo en los varones, según un artículo publicado en la edición digital de JAMA Pediatrics, que cita la fuente.

La deficiencia de hierro es un problema de salud mundial entre los niños en edad preescolar asociado con alteraciones del neurodesarrollo que pueden afectar a las habilidades cognitivas, motoras y conductuales.

Retrasar el pinzamiento del cordón umbilical hasta dos o tres minutos después del parto permite que la sangre fetal que queda en la circulación placentaria se transfiera al recién nacido.

Este proceso se ha asociado con un mejor nivel de hierro en los niños entre los 4 y 6 meses de edad.